Dark Souls 3 pone punto y final a la saga Souls que tan buenos y malos momentos nos ha dado, aunque Miyazaki confirmó en su día que a pesar de que la saga haya finalizado eso no implica que From Software haya acabado todo lo que tiene planeado para Dark Souls 3. Ashes of Ariandel es el primero de los dos DLCs que vendrán durante los próximos meses.
Ashes of Ariandel hace alarde de la genial atmósfera que hemos ido viendo durante todo el juego principal, enormes escenarios bien ambientados con muchos enemigos un tanto perturbadores al más puro estilo de Bloodborne, se añaden nuevos objetos y magias para mejorar más aún nuestra build y se añade un nuevo modo multijugador PVP para aquellos que quieran retos más competitivos.
En esencia, este DLC trae de nuevo lo que tanto amamos y odiamos de Dark Souls, aunque si hay que ponerle alguna pega hay que hablar de su duración, si nos centramos en el camino principal podemos acabarlo en 3-4 horas en función de las veces que muramos, pero si nos paramos a investigar todo y buscamos todos los enfrentamientos ocultos se queda en unas 7 horas, una duración que aunque respetable sabe a poco.
EL MUNDO PINTADO DE ARIANDEL
Este DLC añade una nueva zona repleta de nuevos enemigos y retos a los que enfrentarse, es por ello muy recomendable acceder al DLC con un personaje de al menos nivel 80-90 para no sufrir más de lo necesario. En esta ocasión no han querido hacerlo muy rebuscado y han facilitado enormemente la entrada al DLC, bastará con hablar con un NPC que nos esperará en la Catedral de la Oscuridad y tras una pequeña conversación nos transportará al Mundo Pintado de Ariandel.
Lo primero que llama la atención dentro de Ashes of Ariandel son sin duda sus escenarios, por un lado tenemos los extensos campos nevados donde prima una gran sensación de soledad, pero nada más lejos de la realidad, estos escenarios abiertos contienen una grandísima cantidad de enemigos ocultos a simple vista, y más nos vale estar al tanto ya que la mayoría de caminos ocultos y objetos importantes suelen estar escondidos por estos escenarios, destacando sobretodo el puente colgante que une varias secciones del mapa.
A mitad del DLC nos encontramos con un pequeño poblado de algo que se podrían llamar cuervos que llama la atención por el diseño intrincado de sus casas y caminos, aunque la extensión del poblado sea pequeña la complejidad a la hora de moverse por todos y cada uno de los rincones descubriendo objetos, a la par que caemos en alguna que otra trampa, lo hace muy interesante.
A pesar de que todos estos escenarios de primeras puedan parecer algo abrumadores debido a la cantidad de enemigos que contienen, el equipo de From Software ha diseñado bien el sistema de atajos para que no haya que repetir lo mismo una y otra vez, aunque haciendo honor a la verdad todo está dispuesto de tal forma que es posible pasarse el juego corriendo exceptuando algún que otro enfrentamiento obligatorio antes de llegar al jefe final.
Dejando a un lado los escenarios de Ashes of Ariandel, hay que hablar sobre los nuevos objetos y magias que trae el DLC, que aunque no haya en grandes cantidades sí que son realmente curiosos, se añaden nuevos estilos de armas que distan mucho del combate tradicional al que estamos acostumbrados, aunque sí que hubiera estado mejor una mayor cantidad de magias ya que salvo alguna excepción como la bola de fuego, el arma de hielo y el disco divino las demás se quedan un poco olvidadas por su utilidad.
LA ARENA PVP
Durante los primeros meses de vida de Dark Souls 3 la comunidad fue creando los conocidos “clubs de la lucha” donde varios jugadores esperaban ser invadidos en un sitio y luchaban de forma ordenada simulando una arena de gladiadores, este detalle al parecer le entusiasmó al equipo de From Software, tanto que este DLC trae consigo un modo de juego para aquellos interesados exclusivamente en el combate PVP.
Esta arena no estará disponible desde el inicio, para desbloquearla deberemos derrotar a un jefe secundario que nos hará pasar las de Caín como viene siendo habitual, una vez le derrotemos podremos acceder al sistema de arena desde cualquier hoguera. Cuando hayamos seleccionado este modo podremos elegir qué tipo de combate queremos realizar, el clásico 1 vs 1 a una sola muerte sin posibilidad de curación mediante estus o el modo en grupo donde podremos hacer equipo con hasta otros 2 jugadores contra el mismo número de jugadores enemigos donde obtendrá la victoria el equipo que más muertes consiga.
Este modo es sin duda una gran alternativa al PVP convencional, sobre todo para aquellos a los que no les gusta pasarse un buen rato buscando al anfitrión del mundo o acabar luchando en combates desiguales.
CONCLUSIÓN
A pesar de su duración Ashes of Ariandel es sin duda un buen DLC, el magnífico diseño de niveles y la dificultad con los jefes finales lo convierte en un reto digno de cualquier zona del juego principal, además para los más nostálgicos From Software ha añadido multitud de referencias y guiños a otros momentos de la saga que a mí personalmente me han encantado.
Sí que es cierto que el precio es algo excesivo para lo que trae, por lo que si te pillaste el pase de temporada en su día te esperan unas cuantas horas de sufrimiento, y si no lo mejor sería esperarte a que baje de precio a no ser que tengas pensado meterle muchas horas al nuevo sistema de arena, de ser así este es el mejor momento para adquirirlo.