Retrogaming: Super Potato, la tienda de tus sueños
Akihabara es la zona más importante para la cultura otaku y geek de Tokio. En ella se encuentran multitud de comercios que se dedican a la venta de productos electrónicos y cualquier cosa relacionada con el entretenimiento audiovisual. Super Potato es uno de estos impresionantes comercios y está especializado en el retrogaming, y cuando digo especializado, digo que seguramente sea una de las mejores tiendas de retrogaming del planeta. Esto convierte a Super Potato en un lugar que todo gamer ha de visitar antes de morir.
Como la cosa está muy mala (estamos friendo los huevos con saliva) y no todo el mundo se puede permitir viajar a Japón ahora mismo, ¿qué os parece si realizamos una visita virtual a la tienda?
Las 3 plantas de la tienda tienen todo lo que quieres y lo que ni siquiera llegaste a pensar que querías.
Cuento los días que faltan para convertirme en un burgués y poder visitar Super Potato desde el momento que tuve conocimiento de la existencia de esta maravillosa tienda, y de eso hace ya bastante tiempo. ¿Es la primera vez que oyes algo acerca de Super Potato? Si es así, supongo que a partir de ahora no podrás dejar de pensar en que quizá algún día llegarás a visitarla personalmente.
con el tiempo podríamos montar un retro-viaje a esa tienda, avión, bus, tienda, bus, avión… ni hotel ni leches, maletas vacías que volverán llenas… banzaaaai!!
esa tienda es inmensa pero a lo largo de harajuku hay muchas otras pequeñas pero mas baratas, ideal para juegos raros japoneses 🙂
Pues… de ahí me llevé una Saturn japonesa con varios juegos, una Wonderswan, una Neo Geo Pocket, una baraja de poker de Mario,… y una Neo Geo no porque la encontré más barata en otro sitio.
No me hagas esto que tengo morriña de Japón xD.
dios quiero ir … vendo mi alma por una wonderswan
Secundo lo de montar un retro-viaje y, Cara Limón, la próxima vez que vayas llévame contigo xD
Yo vendo mi alma por cualquier cosa de cualquiera de las tiendas de la zona.
Teníamos el hotel a 200m de Akihabara, imagínate las tardes que nos pasábamos allí.