Lunes, 7 de la mañana. Aún es temprano pero el bochorno comienza a hacerse palpable. Anoche apuraste el fin de semana jugando unas partidas de más y hoy pagas las consecuencias. «Tendría que haberme acostado antes», te dices arrepentido, y de repente recuerdas cómo te castigas con esa frase casi a diario, pero la necesidad… Seguir leyendo Celeste, el duro ascenso hasta la autoaceptación