El Salón Internacional del Cómic de Barcelona cambia su nombre por Comic Barcelona en su 37ª edición. El cambio es un símbolo de la nueva etapa «renovadora» del salón, que se redujo este año de cuatro a tres días, del 5 al 7 de abril, y sumó más metros cuadrados: pasando de los 50.000 de la última edición a 52.000, en Fira Barcelona Montjuïc los palacios 1, 2, 5 y la Plaza Universo. Uno de los protagonistas de esta edición fue Stan Lee, padre de gran parte de los superhéroes de Marvel, quien murió el año pasado.
La directora general de FICOMIC indicó que esta es una nueva etapa «integradora, renovadora, actual, estimulante e ilusionante» y una muestra de ello es el cambio de logotipo y de nombre «Comic Barcelona». Una etapa, explicó, que «se quiere adaptar a los nuevos tiempos. Queremos un cómic para todos donde tenga oportunidad todos y transmitir el mundo del cómic a más públicos.
Como indicábamos, uno de los protagonistas de esta edición fue Stan Lee, editor, guionista y divulgador. Sin embargo, la exposición fue va más allá del padre de los superhéroes de Marvel, ya que también retrató la historia de los cómics a partir de las aportaciones de Stan Lee. La primera parte estaba dedicada a él como guionista y editor y a los héroes que creó; la segunda, se llamaba el ‘comic-book’ a partir de Lee ‘; y la tercera presentaba a dibujantes españoles en Estados Unidos. Por último, había un espacio para que los autores españoles de cómics pudieran homenajear allí a Stan Lee.
Siguiendo con las exposiciones, también se dedicó una exposición antológica a la obra de Laura Pérez Vernetti, el gran premio del 36º Salón con originales; el libro ‘Pinturas de guerra’ de Ángel de la Calle, que consta de 16 originales; y en ‘Estamos Todas bien’, cómic ganador del premio Autora Revelación del pasado salón.
También se han anunciado dos exposiciones paralelas, una muestra de los trabajos de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero con Corto Maltés de protagonista en la Sala educART del MNAC, y una exposición por los 40 años de la mítica revista barcelonesa El Víbora.
Los videojuegos no faltan a la cita, en especial Nintendo, que hizo un despliegue de juegos en un gran stand mostrando novedades y éxitos de la consola Nintendo Switch. Los incombustibles Super Mario Odyssey y The Legend of Zelda: Breath of the Wild siguieron despertando la atención de los asistentes, pero también se pudo probar el reciente Kirby: Star Allies, o títulos más cañeros como DOOM, The Elder Scrolls V: Skyrim, Xenoblade Chronicles 2 y Bayonetta 2, así como otros que están por salir como Yoshi Crafted World. Además, los torneos aglutinaron a muchos valientes participantes que hicieron gala de sus dotes en Splatoon 2, FIFA, Mario Kart 8, entre otros.
El salón del cómic cerró las puertas con 118.000 visitantes, y sigue siendo todo un referente para los aficionados a las historietas como ocio alternativo.
