La saga Dead Rising vuelve con una cuarta entrega que se sitúa 15 años más tarde de los hechos acontecidos en el primer título, estamos en un mundo libre de zombis donde la gente se ha inmunizado de la infección mediante unas vacunas mucho más efectivas que el Zombrex de la época, nuestro protagonista, Fran West, el aclamado superviviente de la primera amenaza zombi del primer Dead Rising, vuelve a casa por Navidad tras meterse en más líos de los que debería.
Debido a un pequeño lío con el pentágono y a una misteriosa nueva plaga zombis, Frank es “contratado” para cubrir un reportaje sobre lo ocurrido, otra vez, en el centro comercial de Willamette y la ciudad donde se ubica, desde el primer momento el juego está cargado de humor e ironía, y no serán pocas las ocasiones en las que parodian los chicles más clásicos de las amenazas zombis, Dead Rising 4 sigue esa misma estela durante todo el juego dejando a un lado la seriedad de la tercera entrega y mejorando gran parte de las cosas que no funcionaban demasiado bien en los anteriores títulos.
EXPLORACIÓN SIN LÍMITES
Una de las cosas que más rabia daba de anteriores entregas es hacer todo a contrarreloj, si que tenía su encanto pero era muy molesto el hecho de no poder explorar con calma por tener que completar objetivos con prisa ya que era fácil perderse algo importante, pues eso ya no es un problema, Dead Rising 4 quita los límites de tiempo y nos da TOTAL libertad, el tiempo ya no correrá de forma normal, sino que se mantendrá parado hasta que vayamos completando objetivos de la campaña, de esta forma podremos movernos libremente y sin problemas por todos los rincones del mapa.
La exploración de Dead Rising 4 ha adquirido cierta relevancia en este Dead Rising, disponemos de una extensión de terreno de casi el doble que en Dead Rising 3 que no se siente para nada vacía, habrá muchas localizaciones interesantes y por el camino habrá zombis para aburrir, cada vez que descubramos una nueva localización, normalmente suelen ser tiendas, refugios o lugares de interés recibiremos una importante suma de experiencia que nos permitirá subir de nivel de forma más rápida al principio, algo muy útil para ir adquiriendo habilidades básicas.
Por otra parte el mundo está lleno de planos de armas, coleccionables y secretos que son un buen aliciente para pararse un momento a mirar en la trastienda de los comercios, además de todo esto habrá, como viene siendo habitual en la saga, pequeños eventos aleatorios por todo el mapa, el más habitual será el de rescatar a un superviviente que ha quedado atrapado por la horda, una vez matemos a todos los zombis de la zona este nos lo agradecerá con un arma combinada aleatoria y se irá al refugio más cercano, también podremos encontrar grupos militares custodiando contenedores de recursos o puestos de avanzada que si los matamos y liberamos nos darán jugosas recompensas en forma de armas, consumibles y si tenemos suerte los flamantes nuevos exo trajes.
Estos trajes nos dotan de una velocidad y fuerza sobrehumanas y gracias a estas habilidades podremos usar las armas grandes que tienen un símbolo de color morado, estas armas son mucho más poderosas que cualquier otra arma normal y que leches, mucho más divertidas de usar. Aunque la diversión no nos va a durar mucho ya que los exo trajes funcionan mediante células de energía de uso muy limitado, por lo que no podremos usarlo por mucho tiempo, hay escondidos unos cuantos puestos de recarga para poder ampliar el uso de los trajes así como puntos de mejora que nos permiten alterar el traje y darle ciertas habilidades especiales, pero hay que tener en cuenta que durante las primeras horas del juego será muy difícil encontrar estos trajes y mucho menos usarlos durante mucho tiempo.
LA CÁMARA, NUESTRA MEJOR ALIADA
Frank es ante todo un reportero, y es por eso que nunca se separa de su bien más preciado, su cámara, y esta nos será especialmente útil durante nuestras desventuras, la cámara tiene 3 modos de captura, por un lado tenemos el modo normal, por otro el filtro de visión nocturna que nos ayudará a ver en sitios donde apenas haya luz y por ultimo tenemos la visión de infrarrojos o de espectro que sirve para detectar pistas que a simple vista no son visibles, este modo es el más útil ya que podremos ver las huellas de calor de los paneles de seguridad, los rastros de sangre y los mensajes secretos escritos por todo el mapa que nos revelaran tesoros escondidos.
Además de para la historia existe la posibilidad de sacar fotos por pura diversión, y para alentar esto hay una serie de “retos” en cada misión o caso de la historia que nos premian con una considerable suma de experiencia y de dinero cuando los alcanzamos, por no hablar del modo selfie que bueno, podéis imaginaros la de situaciones que puede crear con un poco de paciencia e imaginación.
LOS REFUGIOS Y ARMAS
Como viene siendo habitual en la saga Dead Rising, los refugios tienen un papel importante, no solo para tomarnos un pequeño respiro si no para prepararnos en más de un sentido para la dura tarea de aniquilar zombis, debido a la extensión tan grande del mapa, habrá unos cuantos refugios disponibles, todos estos refugios habrá que limpiarlos primero para poder usarlos y una vez hayamos eliminado a todas las amenazas empezará a llenarse de gente que pululaba por ahí.
Nada más liberar un refugio aparecerán unos cuantos civiles que actúan como comerciantes y podrán vendernos todo tipo de objetos por una no tan pequeña cantidad de chatarra que será la moneda de cambio y se podrá obtener de cajas, alijos e incluso los zombis irán soltando diferentes cantidades conforme los matemos.
Al principio la selección de objetos será bastante limitada, pero conforme vayamos salvando a gente en el exterior el refugio se irá llenando y los comerciantes nos ofrecerán mejores objetos, cada uno de estos vendedores tendrá disponibles tanto objetos simples como armas y vehículos combinados sin necesidad de haber descubierto el plano correspondiente, algo útil si tienes dinero de sobra y no te quieres andar con tonterías en el exterior.
Las armas se dividen en 3 tipos: principales, las de distancia, las de combate cuerpo a cuerpo y las arrojadizas. Tendremos un sistema de inventario específico para cada tipo de arma los cuales se podrán ampliar desde el menú de habilidades.
Por todo el mapa habrá una enorme selección de armas básicas que nos ayudarán a aguantar el tipo hasta que podamos realizar combinaciones, estas combinaciones se aprenden mediante los planos escondidos en cualquier rincón de Willamete, una vez sepamos la fórmula de creación bastará con coger un objeto y acercarse al otro componente necesario para poder combinar ambos con un simple botón, el banco de trabajo se queda como recuerdo del pasado, por un lado está bien el hecho de poder realizar estas combinaciones en cualquier lado sin necesidad de volver al refugio cada vez que estemos sin armas pero por otro es una pena que ya no se pueda trastear con objetos para ver que aberración puede salir de juntar dos objetos aleatorios.
Todas las armas de combate, sean del tipo que sean, tienen una durabilidad limitada, las armas de combate cuerpo a cuerpo se limitan por uso mientras que las de disparo por munición, una vez nos quedemos sin usos o balas estas armas se romperán y desaparecerán del inventario para dejar espacio a otras nuevas.
CONCLUSIÓN
Dead Rising 4 es otro Dead Rising más, y esto no significa nada malo, Frank West hace que la historia sea divertida y entretenida, a pesar de ser más floja que en otras ocasiones o no que no cuente con tantos psicópatas memorables como en otras entregas es un juego muy ameno y entretenido, los exo trajes y la exploración libre le sientan muy bien ya que no tenemos ninguna prisa para movernos libremente por el mapa.
El nuevo sistema de crafteos más simple y rápido es otro punto a favor salvando el hecho de que necesites saber la fórmula para poder crear objetos y no te dejen experimentar como pasaba en el 2, pero el hecho de poder construir en el momento nos puede salvar el culo en más de una ocasión
Es una pena que el cooperativo de otras entregas se haya ido al traste y en su lugar han puesto un modo multijugador con hasta 4 personas donde podremos jugar un par de misiones más difíciles que la campaña principal y con varios puntos de dificultad añadidos, pero por mucha dificultad que pongan nada le hace sombra a pasarse la campaña con otro amigo mientras buscas modelitos ridículos y armas extravagantes, una lástima.
En resumen, nos encontramos ante un buen juego que ha sustituido ciertas ideas que no funcionaban en otros Dead Rising por otras nuevas que le sientan muy bien, pero a su vez han dejado otras que si funcionaban, como el multijugador o los psicópatas de lado, algo que no deberían haber tocado ya que es la esencia misma de la saga.