Hubo una época en la que una compañía llamada LucasArts era la reina de la aventura. En sus años de historia, dejó un legado de grandes títulos que marcaron a toda una generación por su original historia y puzles desternillantes. Ahora, casi 30 años después de su primer juego, Ron Gilbert vuelve con Thimbleweed Park, una nueva aventura gráfica con aroma del pasado.
Thimbleweed Park es una aventura gráfica point & click diseñada por Ron Gilbert y Gary Winnick, creadores del mítico Maniac Mansion. En ella, también han participado otros exempleados de LucasFilm Games como David Fox y Mark Ferrari, que han unido fuerzas para desarrollar un juego que nos transportará a la época dorada de la aventura.
Financiando la nostalgia
«¡¿Qué Ron Gilbert ha abierto un Kickstarter para lanzar una aventura gráfica de corte clásico?! ¡¿Ande hay que pagar?!», gritaba una tal Arashi mientras rompía su hucha delante del ordenador. Lo último que vimos de Ron fue The Cave (con permiso de Scurvy Scallywags), una aventura/plataformas que tomaba algunos conceptos de Maniac Mansion como el uso de varios personajes para resolver puzles. A pesar de ser un juego muy entretenido, no era la aventura gráfica que esperábamos. Pero el 18 de noviembre de 2014, Ron Gilbert finalmente lanzó un Kickstarter para una aventura llamada Thimbleweed Park, y prometía que sería tan divertida y descabellada como Maniac Mansion. ¿Quién podría resistirse a algo así? La vuelta del creador de Monkey Island ilusionó a la comunidad y el proyecto recaudó 626.250 dólares, cerca del doble de su meta.
El legado de Maniac Mansion
Aquí huele a muerto
- Agente Ray: una veterana agente del FBI tan fría como sarcástica. Odia a los paletos y fuma como una carretera.
- Agente Reyes: el novato inocente y feliz. Adora tomar notas de todo y no le importa charlar hasta con el más idiota del pueblo.
- Delores: una joven que sueña con ser diseñadora de videojuegos. Teme contárselo a su familia por miedo a que la deshereden.
- Ransome: El payaso más irreverente y odiado del pueblo. Sus chistes pesados le hicieron ganarse una maldición con la cual no se puede desmaquillar.
- Franklin: un fantasma que ha quedado atrapado entre dos mundos. Vaga por el hotel del pueblo buscando cumplir su último cometido.
Puzles
Los aventureros intrépidos como nosotros, recordamos con cariño los puzles de Ron que ponían a prueba nuestro temple e ingenio. En sus juegos, arrasábamos con todos los objetos que encontrábamos por el camino para terminar con el inventario repleto de trastos inútiles que no siempre eran necesarios (hola, motosierra del infierno) pero que, desesperados, intentábamos buscarles uso en combinaciones imposibles. También nos obcecábamos con ciertos puntos señalados que no servían para nada pero que parecían muy sospechosos (¿Escaleras que no funcionan? ¡Esto tiene que ser algo!) Cualquier cosa antes de atascarse. Con el tiempo aprendimos que las plantas carnívoras necesitan agua de piscina radioactiva y Pepsi para transformarse en una escalera, los monos son útiles de llave inglesa y que las recetas sirven de cartas de navegación. ¡Ya nada se nos resiste!
Haber jugado a las aventuras gráficas de LucasArts otorga un máster en resolución de puzles absurdos, así que estáis sobradamente preparados para elegir la opción de mayor dificultad de Thimbleweed Park como así hicisteis en su día con Monkey Island 2: «¡Lo quiero todooo! ¡Todos los puzles! ¡Todo el trabajo!».
Los puzles de Thimbleweed Park no son tan complicados como en los 80/90, y al comienzo todo irá como la seda, sin embargo llegará el momento en el que se juntarán los 5 personajes y la cosa se puede poner cuesta arriba. Llegados a ese punto, acumularemos una gran cantidad de objetos que no siempre vamos a necesitar en ese episodio, y desaparecerán en el siguiente, así que tendremos que volver a por ellos. En este tipo de situaciones puede llegar el temido atasco. A modo de pista, cada personaje llevará su bloc de notas con los objetivos que persigue y se irán tachando aquellos que han sido completados.
Los jugadores que disfrutaron de una feliz estancia por la mansión de los Edison, encontrarán algunos puzles extremadamente familiares, así que confío en que sepan extraer con elegancia un sello. El resto de rompecabezas necesitarán la habitual dosis de imaginación y ciencia ficción en la combinación de objetos y en el diálogo con individuos tozudos como mulas, o con críos repelentes que necesitan saber que los peluches son «tope dabutis».
Un objeto clave para avanzar en la aventura será el listín telefónico donde se encuentran los miles de mensajes de voz de los backers (¡buscadme!) y teléfonos de servicios que nos sacarán del atolladero en más de una ocasión. Destacar el eficiente servicio de las palomas expertas en reparaciones paranormales que están como una regadera.
Para facilitar los puzles, en las primeras horas de juego los personajes no pueden salir de algunas zonas para no complicar la faena. Así que en vez de buscar en las 20 pantallas una solución, lo tendrás que hacer en un número mucho más reducido. Pero lo ideal para no desviarse del objetivo es ir mirando nuestras notas y hablando con los habitantes del pueblo que regalarán pistas esenciales entre las mil burradas que compartirán contigo. No obstante, tendréis ganas de matar a los creadores en más de una ocasión con puzles como el de la página del libro de chistes o el de la flor, ya me contaréis.
Guiños, homenajes y mucho humor
No nos vamos a engañar, este juego está destinado a nostálgicos que adoran el desternillante humor de Ron Gilbert, y son esos jugadores los que posiblemente lanzarán una risilla cuando aparezca la famosa frase de las cazadoras de cuero. Los guiños y referencias a las obras de Ron son continuos: viejos conocidos, objetos familiares y chistes clásicos.
Puedes contar cuántas veces ves la palabra Edna en pantalla o incluso llamarla, nunca se sabe si querrá encerrarte en la celda para abusar de ti. El jugador también puede disfrutar entrando y saliendo como un idiota por varias puertas que no sirven para nada pero conseguirán arrancarle una sonrisa. No faltará un amplio repertorio de bromas hacia LucasFilm Games y las aventura en general de la mano de Delores, quien es fan de las aventuras de «MMucasFlem», y todo el mundo la toma por loca.
Pero donde más nostalgia hay acumulada es en los contestadores automáticos y los libros de mini historias de los backers. Allí podremos descubrir piezas tan interesantes como «The true secret of Monkey Island». Oh, dios mío, alguien lo sabe.
Dicho esto, te animo a que pulses ese botón rojo, sin miedo, ¡hombre! pero -ejem- graba antes la partida.
Gráficos y sonido
Los gráficos son ni más ni menos lo que ves: píxeles como puños que traspasan la pantalla para darte amor. La iluminación, el detalle de los escenarios y las animaciones lucen increíbles. Ron quería que el juego fuera visualmente el reflejo del recuerdo que conservamos de todas aquellas viejas aventuras. Es retro y es genial, y si no fuera así no lo querríamos. Para los fans del pixelart y futuros artistas, os invito a leer la entrada de Gary Winnick donde explica cómo ha cambiado la técnica de ayer a hoy.
La música del juego es perturbadora y misteriosa, y está muy presente durante la aventura. Steve Kirk ha creado una banda sonora con temas lentos que encajan a la perfección con los paisajes oscuros sin que la repetición sea molesta para un juego de este género, donde el jugador puede pasar atascado varios minutos (u horas) en una pantalla. La música cubre una amplia gama de influencias estéticas que van desde Twin Peaks a Expediente X.
Por último, hablar del doblaje. Y solo puedo quitarme el sombrero ante el elenco de actores y actrices de voz que dan vida a los cinco personajes y demás chalados del pueblo. Ransome y el sheriff del -rino -rino son para darles de comer aparte. ¡Bravo!
Conclusión
Aún no sabemos cuál es el secreto de Monkey Island, ni siquiera si Disney devolverá los derechos de Monkey Island a Ron, pero lo que sí sabemos es que Thimbleweed Park no decepcionará a los seguidores del género, quienes se troncharán como cuando una vez fueron aprendices de pirata.
En definitiva, Thimbleweed Park es justo la aventura que necesitábamos y deseábamos, y no te costará más de 20 pavos, así que Guybrush aprueba su compra.
Thimbleweed Park ofrece unas 20 horas de entretenimiento y ya lo tienes disponible para Xbox One y PC/Mac/Linux.
Saludos, Arashi. Es un juego desternillante, para morir de risa en muchos momentos, especialmente en las partes y comentarios de Ransome. Algunos puzzles están realmente enrevesados y creo que hubo algunas partes que no terminaron de explicar, como el hecho de que Ray apareciera en la mesa del forense en un momento determinado, mientras veías todo a través de una pantalla con estática.
Mi personaje favorito fue Dolores, seguida por Ransome. Prácticamente ella se roba el juego y se convierte en la protagonista indiscutible del juego después de su aparición.
Por cierto también me reí mucho con tu mensaje del contestador… ¿Participaste en la escritura de alguno de los libros de la gigantesca biblioteca?
Te ríes un montón! Se echaba de menos el humor de Ron Gilbert. Las partes sin explicar que comentas y que los personajes colaboren sin apenas hablar chocan, pero el juego es estupendo y no se lo tienes en cuenta.
Delores y Ransome son geniales, también me gustó mucho Ray, cuando se mete con los freaks de la feria es tronchante! Me alegra que te guste mi mensaje en el contestador! Quería hacer un chiste más largo pero en 30 segundos la cosa no daba para más 😛 En los libros no participé, pero visto lo visto debería haberlo hecho xD
Esperemos que no sea el último juego de Ron Gilbert! ^^
Tengo otra pregunta: conoces el juego llamado Deathspank? Es de Ron Gilbert también!