Lucasarts es el referente indiscutible en cuanto a aventuras gráficas, e incluso a día de hoy muchas de las nuevas incursiones en este género le rinden homenaje. Pero, ¿Y Sierra? La compañía de aventuras clásicas donde «se puede morir» también conseguía aglutinar a los fans. Para todos ellos, y para honrar a la mítica Sierra, llega la aventura gráfica point and click Quest for Infamy.
Pongamos que erais amantes de las aventuras gráficas de Sierra, o —como yo— os debatíais entre el amor-odio, pero que a fin de cuentas disfrutabais de épicas y desternillantes aventuras, incluso cuando repentinamente moríais sin haber guardado partida. Las nuevas aventuras gráficas han olvidado un poco el concepto de morir al menor descuido, o por estupideces que te consiguen arrancar un sonrisa, o lanzar el ratón por la ventana. Para rellenar ese hueco dentro del género, un grupo de siete amantes de las aventuras clásicas se unieron en 2012 bajo el nombre de Infamous Quest y lanzaron un Kickstarter que obtuvo el apoyo necesario para asegurar la salida de Quest for Infamy, y en varios idiomas.
¿El nombre de Quest for Infamy no os suena de algo? ¿Quizá a Quest for Glory? No sé si recordaréis la saga clásica que combinaba aventura gráfica y RPG, pues Quest for Infamy hereda sus principales rasgos característicos, así que preparaos para disfrutar de una fusión de estos dos géneros.
En Quest for Infamy tomamos el papel de William Roehm, un golfo experto en meterse en problemas. Su último lio de faldas le lleva a huir hasta dar con el pueblo de Volksville, un pequeño lugar rodeado por encantadores y tenebrosos parajes del valle de Krasna, donde los misterios y aventuras nos aguardan. Quest for Infamy mezcla de forma inteligente el combate por turnos, la resolución de puzles y otros elementos propios de las aventuras gráficas clásicas, todo ello aderezado con grandes dosis de humor. Además, el jugador puede elegir entre tres clases de personaje: bandido (fuerza), pícaro (robo), o hechicero (magia), cada uno con historias y aventuras propias. También podemos elegir el camino del bien o el mal a través de las decisiones morales que medirán nuestra infamia.
Lo primero que sorprende de Quest for Infamy es la inclusión de RPG por turnos. Por los bosques y áreas al aire libre veremos enemigos aleatorios, cada especie es débil a determinados ataques y magia, sin embargo, no nos atacarán a menos que lo hagamos nosotros primero o permanezcamos mucho tiempo en esa pantalla, por lo tanto, podemos ignorarlos y seguir nuestro camino o enfrentarnos a ellos para subir nuestras habilidades y conseguir algunas monedas. También existen los monstruos de historia, a quienes debemos derrotar o acabará la partida. En el caso de humanos, se nos dará la posibilidad de perdonarles la vida. Nuestro personaje conoce 5 ataques básicos, y a medida que combate y los utiliza, sube de nivel cada uno. En el caso de la magia, su aprendizaje forma parte de la historia, y el malhumorado mago Prospero nos enseñará hechizos a cambio de que le hagamos algunos favorcillos. Además, nuestro personaje puede mejorar sus habilidades de escalada si le entrenamos en muros o árboles, o habilidades de pícaro si utilizamos el modo robar. Nuestras estadísticas están recogidas en la hoja de personaje, que también incluye nuestro grado de infamia.
El mundo de Quest for Infamy es abierto y basto. Prácticamente desde el principio podemos acceder a la mayoría de zonas sin resolver ningún puzle o cambiar de capítulo. Además, los personajes y objetos cambian dependiendo del ciclo, dividido en mañana, tarde y noche. Al comienzo esta diversidad de elementos es abrumador, y es que ver como la pantalla se divide en varios caminos y así consecutivamente puede hacer que nos sintamos muy perdidos, por lo que habrá que poner a prueba nuestra memoria, al menos hasta que consigamos un mapa. El juego no dispone de sistema de pistas así que en ocasiones puede resultar desesperante. Puede ser frecuente el dar más vueltas que una peonza, llenar el inventario de objetos inútiles que venden los diferentes mercaderes, o volver a recoger ciertos objetos ya utilizados, pero la dificultad por encima de la media es adecuada a esta fiel representación de aventuras del pasado.
Gráficamente, Quest for Infamy luce de maravilla: fondos extremadamente detallados, con elementos animados, y personajes bien definidos y diferenciados. La música original baña todo el conjunto de forma magistral y te sumerge en la historia de Roelm. Es increíble pasear por el bosque y observar ese trabajo de luces y sombras, ver a las ardillas brincar y escuchar las diferentes melodías cambiantes a nuestro paso. El doblaje de los personajes principales también merece una mención, sobre todo el de nuestro Roehm, que nos introducirá más en las situaciones disparatadas. Parece que estoy definiendo un AAA pero este tipo de juegos demuestran la cantidad de trabajo bien hecho detrás de unos gráficos old school.
Otro elemento destacable son las decisiones, y sobre nosotros recaerán las más importantes: asesinar o perdonar la vida a una persona, ir solos o acompañados, y diferentes opciones de diálogo que definirán nuestra personalidad. Las habilidades e ingenio de Roehm nos permitirá alcanzar varios objetivos, pero también podemos utilizar objetos que consigamos en las tiendas por un puñado de monedas. En Quest for Infamy obtendremos dinero acabando con enemigos, trabajando en lugares de mala muerte o jugando a divertidos mini juegos.
El humor en Quest for Infamy juega un papel muy importante, es decir, nos troncharemos con los enredos del mujeriego Roehm, que haría la competencia al mismísimo Larry. El juego está cargado de exuberantes señoritas por las que Roehm perderá la cabeza y flirteará de mil maneras estúpidas con escasos resultados, ni las NPC se librarán de él. Pero hay mucho más humor en Quest for Infamy, el sarcasmo de Roehm se refleja en cada frase y da mucho juego en los diálogos junto a los locos personajes que habitan las tierras de Lonaria.
Por otro lado, el particular homenaje a las obras de Sierra va más allá de la interfaz, mecánica o jugabilidad. Roehm no se cansará de hacer alusiones a variados títulos en tono de humor en los diferentes escenarios. Os pongo una que me hizo especialmente gracia:
Quizá os preguntaréis: ¿Cómo podremos morir en Quest for Infamy? Pues de muchas formas: por no alimentar a Roehm, no permitirle dormir, meter la pata con algún personaje, poner el pie en un lugar poco aconsejable o por ser derrotados en combate. Morir es divertido (si has guardado partida) y forma parte del humor de la aventura, así que preparaos para miles de muertes absurdas.
Quest for Infamy es un homenaje a las grandes aventuras de Sierra, otra compañía que puso su granito de arena para hacer célebre el género. Jugar a este título ha sido como rememorar toda una época olvidada injustamente. El cariño y esfuerzo de Infamous Quest y Phoenix Online, junto a miles de fans, hacen posible que aventuras gráficas alternativas como esta vean la luz. Quest for Infamy tiene muchas horas de diversión y te espera desde hoy en Steam y GOG por 19.99€, pero si quieres antes puedes jugar a la demo.
