Introduce la cinta, rebobina, pon el contador a ‘0000’ y pronuncia mediante tu teclado esas palabras mágicas que están a escasos minutos de llevarte a un mundo lleno de fantasía: load «cas:», r. Mientras te preparas unos deliciosos sándwiches de Nocilla puedes escuchar desde tu habitación esos sonidos chirriantes que antecedían a la diversión. ¿Os suena este proceso? Seguro que a muchos sí, porque así pasábamos las tardes sumergidos delante de nuestro ordenador.
Se trataba de una fiesta a la que La Fortaleza de LeChuck no podía faltar y a modo personal un autentico lujazo el poder rodearse de nuevo de todas esas máquinas y personas que hicieron que creciera en mi la pasión por este mundo, tan profesionalizado hoy en día, pero que aún mantiene ese espíritu dentro.
El evento estuvo dividido en dos escenarios. El principal, donde se celebraban todas las charlas y mesas redondas y en el «secundario» donde se encontraban las exposiciones, mercadillos y merchandising.
La exposición contaba con varias zonas. La primera que te encontrabas se podía definir como un museo en el que podías apreciar autenticas maravillas de los 80 y 90. Desde uno de los Spectrum existentes hasta una máquina tan lujosa como la Neo Geo pasando por una de las sensaciones de la feria: la Turbografx.
Dejando el museo de lado comenzaba el espectáculo; los juegos cargados en varios ordenadores hacían florecer los recuerdos: La Abadía del Crimen, NarcoPolice, Tetris, Sonic y una batería de pequeñas máquinas recreativas ejecutando bestialidades como los juegos de Neo Geo o los fighting games de Capcom (Street Fighter, Final Fight,…)
Pero lo que en realidad lo que da categoría al evento son los invitados que desfilan en él. RetroMadrid no se ha quedado corto y nos ha traído a lo mejor que tenemos en nuestro país para enriquecer a los asistentes en unas charlas más que interesantes.
Comenzó el viernes con un concierto inaugural de «Sinfonía Pixelada» y «Chiptunes» a cargo de Camerata Musicalis y 4Dboy. Lamentablemente no pude asistir, pero gracias al señor Youtube tenemos posibilidad de ver como fue.
Las charlas del sábado fueron inauguradas por uno de los mejores juegos lanzados en España de todos los tiempos: NarcoPolice, donde se nos contó como en un mundo donde Internet no existía se pudo realizar un desarrollo entre dos países tan alejados como Uruguay y España. El juego fue creado en casi su totalidad en territorio sudamericano con apenas varias llamadas telefónicas de corta duración -el coste de las comunicaciones era bestial comparado con la actualidad- y el envío de disquetes por correo ordinario. Los pasillos claustrofóbicos de Alien fueron la clara inspiración del título aunque descartaron la utilización de seres extraterrestres por una ambientación más terráquea. NarcoPolice cuenta en la actualidad con un remake en PC que pudimos probar cuya primera impresión es excelente.
¿Es lo retro una moda pasajera? John Tones de Mondo Pixel e integrante de la revista Games™ nos contó su opinión, alegando a la nostalgia como principal argumento a lo que es en realidad: un negocio basado en las lagrimas que nos hace comprar una y otra vez lo mismo.
Uno de los grandes momentos fue sin duda cuando Jesús Fabre estrenó ante toda la asistencia su cuarto episodio del documental The Gamer Inside. Un enorme proyecto en el que repasa con las voces que lo forman toda la historia del videojuego y que se aproxima a ser una de las principales fuentes de consulta en la Industria.
El sábado por mi parte, se cerró con la mesa redonda más divertida del acto. La que dieron Guillem Caballé y Manuel Martín-Vivaldi sobre el añorado Game 40. Elaine ha publicado esta magnífica entrada sobre lo que fue sin duda alguna un episodio memorable en la radio española del que muchos de los que estamos por aquí intentamos emular de alguna forma. En ella podéis encontrar lo que fue este programa de radio y el vídeo de la charla ¡no os la perdáis!
Llegamos al domingo, día de clausura del evento. No sería justo si no reconociera mi decepción a la llegada a Matadero. Toda la parte que daba vida al salón de exposiciones había desaparecido. Ya no se podía jugar ni probar aquellos «trastos» con teclas de goma. Lo único que había era alguna parte del merchandising y el espacio se había reducido a menos de la mitad.
Sin embargo, la sola presencia de Alfonso Azpiri, firmando su portafolios a todo aquel que lo quisiera, hacía que de alguna forma la magia se mantuviera en aquella sala tan vacía. Suyas son las ilustraciones más representativas de nuestros añorados juegos ochenteros.
Pero RetroMadrid no había acabado aún. Quedaba, quizá, lo más potente de la feria. Jaume Esteve, autor de Ocho Quilates, libro que repasará lo que fue la época dorada del software español, hizo de anfitrión de una mesa donde era imposible medir los quilates de sus invitados. Escuchar durante algo más de una hora a Víctor Ruiz (Dinamic), Paco Suárez (Opera), Rafael Gómez (Topo) y Fernando Rada (Zigurat) sobre lo que fue y lo que pudo haber sido el desarollo de videojuegos en España es una experiencia única para el espectador. La Pulga, Sir Fred o Mad Mix Games fueron varios de las obras españolas más representativas a las que hicieron colación sus propios creadores. La mayoría de ellos siguen enrolados en el mundillo como programadores web o realizando desarrollos para plataformas móviles (iOS o Androdi) que en palabras de Fernando Rada: «son en el nuevo Spectrum«. Ordenador que todos los asistentes definieron como el que marcó todo una época y que llevan en sus corazones de jugones.
Qué envidia todo! encima a lo grande! y enormes charlas que me hubiera gustado asitir, véase la de Game40! El año que viene habrá que hacer el esfuerzo monetario de desplazarse a esta gran cita 🙂
Espero que se publiquen esas charlas en video, yo el sabado no pude ir a ninguna y sólo fui el sábado, asi que ni hablar de lo que pasó el domingo.
Es cierto que con los que hablaba ninguno pensaba volver el domingo, ya sea porque muchos se desplazaron desde lejos como por tener que volver a armarlo todo.
Jesus Fabre de TGI estaba grabando las charlas y me comentó que se iban a subir. A ver si están pronto.
y con un ladrillo no te llevaste el mega-jet de la primera foto?!
Si hubiera hecho eso no tendría manos para llevarme todo lo que hubiera querido. Además eso de correr se me ha olvidado como se hacía.
Una lástima no ser de Madrid, perderse estas cosas debería estar penado siéndolo!