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The Walking Dead: El videojuego (Análisis) Marcando el ritmo de la historia

La industria del entretenimiento ha visto en los zombis un filón para explotar indefinidamente y, por mucho que nos pese, es una temática que no parece que quieran abandonar. Ante tal saturación, de vez en cuando surgen títulos donde los no muertos pasan a un segundo plano para dar paso a historias muy humanas, donde los sentimientos de los protagonistas marcan el ritmo. Ya os lo relatamos hace un tiempo con The Last of Us, pero es en The Walking Dead: el videojuego donde cobra más sentido.

The Walking Dead es un videojuego desarrollado por Telltale Games y basado en los cómics con el mismo nombre. El juego se lanzó por episodios desde abril a noviembre del 2012. Al principio no incluían español, y tras jugar al primero, vi que desgraciadamente mi nivel de inglés no era suficiente como para comprender las opciones de respuesta en el tiempo estimado. Afortunadamente, un grupo de fans creó unos subtítulos en español. Tiempo después se lanzó la traducción oficial y se vendió la colección de episodios en formato físico.

La historia

A pesar de ser una aventura Point&Click, apenas necesitaremos explorar para buscar objetos y hacer uso de ellos, ya que el juego se centra principalmente en su gran historia y personajes. El protagonista es Lee, un supuesto asesino que está siendo conducido en un coche de policía a prisión. De repente, una figura humana aparece delante de sus narices. Al intentar esquivarla, el agente pierde el control del vehículo y sufren un terrible accidente. Lee despierta herido y encuentra al agente tendido en el suelo aparentemente muerto. Sin embargo, cuando se gira, el policía se lanza con la intención de morderlo. Lee logra deshacerse de él, pero descubre que no es el único muerto que camina. En su huida conoce a Clementine, una niña que se encuentra sola como él en este mundo que se ha vuelto loco.

La importancia de los personajes secundarios

Como he dicho arriba, no tiene elementos propios de una aventura como la utilización de objetos o la resolución de puzles. The Walking Dead gira entorno a la historia, sus personajes y las decisiones que tomamos en cada ocasión. Estos tres elementos tan bien hilados son el motor que harán que devoremos los 5 episodios de los que consta el juego. La toma de decisiones es lo que hace avanzar la historia, y no los puzles como pasa normalmente en este género. La mayor parte del juego son diálogos con múltiples respuestas a elegir, las cuales encaminarán la aventura y el destino de los personajes.
En algunos juegos los personajes secundarios son como objetos, exentos de personalidad y con poca o nula interacción con el protagonista. Pasan mucho tiempo contigo pero realmente no llegas a conocerlos. En The Walking Dead pasa todo lo contrario, podremos ahondar en su vida, conocer sus motivaciones, esperanzas y carácter. También los veremos madurar y tomar sus propias decisiones a lo largo de la aventura. Además, recordarán los diálogos que mantenemos con ellos, es decir, si les mentimos puede que más tarde lo descubran y saquen a relucir la verdad.
Esa cercanía hará que vivamos más intensamente determinados momentos críticos que desearíamos poder evitar. Y digo esto porque aunque tengamos disponibles diferentes opciones, la trama principal no varía, por lo que desgraciadamente algunos acontecimientos son irreversibles. Yo, ingenuamente, empecé de nuevo el juego pensando que podía evitar una baja, pero gracias a una búsqueda rápida por internet, me ahorré unas cuantas horas de más.

 

Parecidos razonables

Cuando jugaba a The Walking Dead inevitablemente venía a mi cabeza The Last of us. Aunque este está más enfocado a la acción (disparar, correr, coberturas, sigilo, etc.) en ambos hay escenas conmovedoras y te implicas en la historia. Sin embargo, el nivel de inmersión de The Walking Dead es muy superior en mi opinión. Aquí la acción es mínima, tan solo la esencial para situarnos en la atmósfera de caos, la cual facilita el desarrollo de la sólida relación entre los protagonistas. Los zombis en The Walking Dead es lo de menos, ya que el enemigo más letal es el propio comportamiento humano. Esto último también se ve reflejado en las estadísticas del final de cada episodio, que muestran el tanto por ciento de jugadores que tomaron la misma decisión. Es bueno saber que la mayoría se inclina por la opción que más se acerca al bien.
Los momentos de acción frecuentemente son en primera persona

Viviremos un sinfín de momentos conmovedores y decisiones difíciles con la inocente Clementine, la cual madura, se convierte en parte importante del grupo, y pasa a ser el apoyo principal de Lee. Su relación traspasa la pantalla, incluso a nivel de imaginar que si algún día el mundo se va al traste, sería una suerte conocer a alguien tan especial como ella.

Gráficos y sonido

The Walking Dead utiliza la técnica Cell Shading, que se asemeja al estilo cómic. En un principio puede que resulte poco atractivo a ojos de los que buscan la realidad extrema, pero tras los primeros minutos da una sensación de limpieza y realmente le queda como un guante.
En cuestión de sonido, se agradece que la música sea mínima para no romper con la atmósfera de tensión. Sin embargo, en ciertos momentos comenzarán a sonar melodías melancólicas para incrementar más si cabe la escena en cuestión.

 

Conclusión

Cuando The Walking Dead ganó el GOTY 2012, me reía y me parecía que le quedaba grande en comparación de otros juegos como Dishonored. He vuelto a comprobar que nunca se puede juzgar un producto por el envoltorio. The Walking Dead no tiene héroes, ni masacres zombis, trata sobre la esperanza de un grupo de gente, sobre nosotros, y lo que estamos dispuestos a arriesgar para encontrar la salvación.

NOTA: 9

Por Arashi

Aparte de patear traseros de piratas como gobernadora en Mêlée, soy una fanática de los videojuegos desde que de pequeña me regalaron la Atari 2600. Adoro las aventuras gráficas y los RPG, pero no le hago ascos al resto. Otra de mis pasiones es todo lo relacionado con Japón.

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