Estos últimos años he tenido la oportunidad de jugar a títulos sorprendentes, con mecánicas innovadoras y jugabilidad atractiva que me han reportado momentos muy gratos. El último que ha llegado a mis manos ha sido Gone Home, un título que despertaba mi curiosidad desde su lanzamiento, y gracias a las rebajas de Steam, he podido disfrutar de una gran experiencia.
Gone Home es una aventura interactiva en primera persona donde tomamos el papel de Katie, una joven que después de un año recorriendo Europa vuelve a casa, pero para su sorpresa no hay nadie, su familia se ha largado sin dar explicaciones. La únicas pistas para explicar la misteriosa desaparición familiar son las cartas de nuestra hermana Sam. A través de las misivas, recortes y notas descubriremos los sucesos acontecidos durante nuestra ausencia y conoceremos misterios familiares.
El juego no nos marca objetivos, estamos nosotros y la casa, así que desde el comienzo podremos movernos con cierta libertad por todas sus habitaciones, y disfrutar de todo lo que vemos y podemos coger y observar de cerca. Al leer ciertas cartas y notas se iniciará una secuencia de audio de Sam que nos relatará un momento de su vida, de su primer amor y de sus problemas como adolescente. En este punto hay que destacar el gran papel de la actriz de doblaje, que ayuda a comprender mejor los sentimientos de nuestra hermana y hace más creíble su historia. Además de exploración y audios, tenemos algunos puzles muy sencillos, los cuales abrirán zonas nuevas de la casa.
Lo mio con las mansiones en los videojuegos es algo de atracción fatal, es decir, me apasionan y aterran a partes iguales, supongo que el trauma de Alone in the Dark/Resident Evil aún perdura. Pues bien, Gone Home se desarrolla en una mansión de 2 pisos, no tan grande como las de los juegos nombrados, pero si totalmente explorable. Cada habitación está adornada al mínimo detalle: cuadros, mobiliario variado, aparatos de imagen y sonido, papeles diversos, cintas, libros… En definitiva, todo aquello que se podía encontrar en una casa por 1995. Pero no solo destaca la decoración noventera con miles de recuerdos, ya que lo fundamental es que se puede girar y regirar todo tipo de objetos 360º para nuestro disfrute. Es así como gozaremos con los miles de detalles que nos han dejado los creadores.
¡Que no os engañe el aspecto de la mansión como a mí! La casa es tenebrosa, se oyen ruidos extraños y truenos de la incesante tormenta del exterior. Además, a cada paso tendréis que buscar el interruptor de la luz, y aún así la penumbra es habitual por cada pasillo, pero no hay más terror que el que os puede jugar la imaginación (La mía es muy poderosa).
Gone Home es un verdadero homenaje a los 90. Para aquellos que vivimos intensamente esa época, reconoceremos las muchas referencias de lo más popular de aquellos años. Por poner unos cuantos ejemplos para abrir boca a aquellos nostálgicos, revolviendo por el sofá encontramos una entrada de cine de Pulp Fiction, veremos toneladas de elementos de Expediente X o los relatos de nuestra hermanita con la Super Nintendo.
Me ha costado no reprimir la lagrimita al ver cientos de referencias a Expediente X por toda la casa, por eso quizá he sentido un vinculo cercano con este juego. Expediente X es mi serie favorita desde pequeña, ver VHS’s con temporadas grabadas en los armarios, revistas, y anotaciones, etc. me han hecho volar al pasado y recordar esa bonita época. Conocía la existencia del póster de I want to believe pero no del resto y descubrirlo me ha hecho una ilusión terrible. Por este tipo de cosas insisto que quizá si no naciste en los 80 (o antes) posiblemente el juego no tendrá el mismo impacto.
Gone Home ofrece una gran experiencia de exploración entre los cientos de objetos y recuerdos familiares de Katie. Es un verdadero placer interactuar con todo lo que nos rodea mientras se disfruta de una bonita historia como telón de fondo. Posiblemente uno de los mejores juegos indies de los últimos años.
